Alumnos huelguistas denunciaron que en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), los mecanismos para asignar carreras a los estudiantes de pase reglamentado se hacen sin transparencia y sin criterios definidos, de manera que "hay alumnos que pidieron Medicina y están en Economía y otros pidieron Ingeniería y están en Medicina”.

Con las instalaciones de la Secretaría Académica tomadas desde el 21 de febrero, integrantes de la Asamblea General Politécnica (AGP) señalaron que la institución está enviando a alumnos de pase reglamentado que ingresan de los Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos al IPN a carreras con sobredemanda pero alejadas a horas de sus domicilios.

"En medio de enormes escándalos de venta de calificaciones en el IPN. A miles se les asigna una escuela a horas de su domicilio. ¿Es casual que el IPN no realice estudios de domicilio para asignar escuela o es política deliberada la imposición autoritaria de escuela sin importar domicilio?", cuestionaron.

Señalan que como producto del movimiento estudiantil de 2014, que mantuvo cerrado el instituto entre septiembre y diciembre de ese año, en 2016 arrancó en el Politécnico “una especie de pase automático de facto” de planteles del CECyT al sistema de educación superior. El problema, señalan, es que el IPN “absorbió” esta política y la “deformó”, imponiendo a los estudiantes “vertical y autoritariamente proyecto laboral y, por tanto, proyecto de vida”.

Un ejemplo de esta situación es que en la Escuela Superior de Economía cada año desertan 100 estudiantes, lo que tiene un impacto en el número de grupos que se tienen que cancelar. “Se está generando de forma autoritaria, la asignación de carreras diametralmente opuestas a la vocación que tienen los jóvenes e incluso a lo que ellos mismos han elegido: ni siquiera la primera, la segunda o la tercera opción fue respetada. Es una situación que está generandoun impacto sobre el proyecto de vida de los jóvenes. El impacto es una tasa de deserción

dentro de las carreras”, señalaron los estudiantes en conferencia de prensa.

La AGP elaboró un análisis con 556 encuestas a estudiantes de seis escuelas sobre el proceso de cambio de carrera y/o unidad académica. Los estudiantes reclaman que no hay criterios fundamentados para hacer estos cambios, que la herramienta metodológica para determinar estos criterios no fue socializada entre la comunidad y que no existe un criterio metodológico para determinar si hacer el cambio o no.

“El IPN carece de transparencia en la asignación de carreras porque cuenta con un aparato burocrático enorme y costoso pero asigna carreras de modo discrecional, opaco, sin estudios de vocación profesional. El instituto apuesta a que las y los estudiantes se limiten a aceptar el resultado obtenido, e inscribirse al programa académico que les fue asignado y, en la mayoría de los casos, impuesto”, señala el reporte.

ml

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