El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó la detención en Estados Unidos, por narcotráfico, del exsecretario de la Defensa Nacional (Sedena) en el sexenio de Enrique Peña Nieto, Salvador Cienfuegos, como una muestra inequívoca de la descomposición del régimen, y aseguró que no se encubrirá a nadie, por lo que funcionarios —civiles o militares— que estén involucrados serán separados y, si es el caso, se procederá contra ellos.

El Ejecutivo manifestó que le tiene confianza al ahora titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, y al secretario de la Marina (Semar), José Rafael Ojeda Durán, pues señaló que por sus antecedentes se les puede calificar de incorruptibles y honestos.

Reveló que antes de tomar posesión de la Presidencia, le pidió al general Cienfuegos una terna de su sucesor y en la que no aparecía Cresencio Sandoval.

“Como en el caso de García Luna, todos los que resulten involucrados en el asunto del general Cienfuegos, que estén actuando en el gobierno, en la Sedena, van a ser suspendidos, retirados y, si es el caso, puestos a disposición de las autoridades competentes. No vamos a encubrir a nadie, ya pasó ese tiempo”.

En conferencia de prensa, el Jefe de Estado informó que no existe ninguna investigación en México en contra del general Cienfuegos y dijo que tras esta detención se puede hablar de que en México hubo un narcogobierno.

“¡Imagínense la vergüenza!, que detienen al que fue jefe de la policía con Calderón y ahora al secretario de la Defensa del pasado gobierno. ¡El mensaje que se da hacia afuera!”.

Afirmó que hace 15 días durante una visita a Palacio Nacional, Martha Bárcena, embajadora de México en Estados Unidos, le informó que existía una investigación en curso contra el general. El Mandatario nacional calificó esta detención como inédita.

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