El partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena, se ha sumergido en una disputa interna por el control de su dirigencia nacional de cara a la definición de candidaturas para el proceso electoral 2021, que renovará 500 diputados federales, 30 Congresos locales y 15 gubernaturas.

Analistas y politólogos advierten que en la lucha interna por el liderazgo de Morena está además el control del partido rumbo a la elección presidencial de 2024.

Si bien hay en curso una encuesta para eliminar aspirantes que se han inscrito en la competencia por la dirigencia del partido, los grupos de Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Yeidckol Polevn-sky mantienen una disputa que han llevado a la escena pública con descalificaciones vertidas entre los contendientes: Porfirio Muñoz Ledo, vinculado a la jefa de Gobierno; Mario Delgado y Gibrán Ramírez, identificados con el grupo del canciller Marcelo Ebrard; Alejandro Rojas Díaz Durán, del grupo de Ricardo Mon-real, y Polevnsky, con el apoyo de gobernadores como Miguel Barbosa (Puebla).

Con un presupuesto de mil 653 millones de pesos (del que devolverá la mitad), cinco gobernadores, 252 diputados federales, 60 senadores, mayoría en 20 Congresos locales, Morena se ha consolidado en el país.

Sin embargo, el instituto político no ha logrado la unidad. Desde hace poco más de un mes se han visto los ataques mutuos entre morenistas que se disputan la dirigencia del partido.

El diputado Porfirio Muñoz Ledo ha arremetido en contra del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, al que acusa de tener las manos metidas en el partido y de estar obsesionado con la candidatura presidencial.

“Marcelo Ebrard está ansioso, ganoso, desembocado para ser presidente de la República. En todos sus actos lo demuestra. Jugó un juego suyo en Washington (…) perdóname, Marcelo, pero te vas a ir del partido si sigues así. Yo me comprometo”, amenazó Muñoz Ledo a Ebrard en una entrevista con un diario español.

La respuesta le llegó ayer al diputado. Ebrard Casaubon dijo que su trabajo en el gobierno federal lo mantiene blindado ante la calumnia y la mezquindad.

Las acusaciones de Muñoz Ledo también han ido en contra de Mario Delgado, a quien acusa de ser cómplice de Ebrard.

Muñoz Ledo, sin dar nombres, acusó que hay cuadros del partido que “han metido” dinero al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para favorecerlos en las decisiones jurídicas sobre la elección interna.

A sus 87 años, entró a la carrera por la presidencia nacional de Morena para ocupar el lugar que en su momento buscó Bertha Luján, del grupo de Claudia Sheinbaum y en donde también encaja el actual dirigente, Alfonso Ramírez Cuéllar.

A su vez, el aspirante a la dirigencia Gibrán Ramírez dijo que su virtud es que no tiene atrás de él una tribu o un padrino político que lo impulse en su proyecto, lo que lo hace diferente del resto de los contendientes, entre ellos, Mario Delgado Carrillo y Porfirio Muñoz Ledo.

La renovación de la dirigencia nacional de Morena debió darse desde finales de 2018, pero las mismas pugnas internas no lo han permitido. Hoy este proceso ha sido judicializado: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó al INE entrar al quite y llevar a cabo la elección interna del Movimiento de Regeneración Nacional.

El diputado Mario Delgado es identificado con el canciller Marcelo Ebrard. Su carrera política, más pública, la hizo al lado del hoy encargado de la política exterior del país. Ha evitado entrar en las disputas. Ha sido criticado por promover la encuesta abierta para la elección de la nueva dirigencia nacional.

Y apenas en una reciente conferencia de prensa en la Cámara de Diputados llamó a la calma y pidió fraternidad entre quienes integran Morena.

“Hay que tener mucha calma, mucha madurez en este proceso; debemos tener fraternidad entre quienes integramos el Movimiento de Regeneración Nacional, Morena. Nuestros adversarios están afuera, los conservadores, y no quieren que avance el proyecto de la transformación; entonces, cualquier división entre nosotros les favorece a ellos”, expuso Delgado Carrillo.

Con miras a 2024

El proceso de renovación en el interior de Morena, consideró el politólogo José Antonio Crespo, sin duda tiene miras hacia 2024, no solamente es buscar la presidencia del partido porque sí.

El colaborador de EL UNIVERSAL destacó que Morena lo único que genera hacia su interior es una mala imagen con tanta descalificación entre su militancia.

Indicó que actualmente se lleva a cabo un proceso organizado por el INE, pero que no se sabe cómo va a terminar y, sobre todo, si los perdedores aceptarán la derrota u otra vez se van al Tribunal Electoral.

La mira está puesta en 2024, expuso, y de ahí los grupos que se ven: Mario Delgado con el apoyo de Marcelo Ebrard, Porfirio Muñoz Ledo, que ocupa el lugar de Bertha Luján y que está con el grupo de Claudia Sheinbaum, y Alejandro Rojas Díaz Durán con Ricardo Monreal.

“Se les ha complicado mucho la renovación en el interior del partido y eso no se ve bien. Lo que no sabemos es cómo se va a recibir el triunfo de quien gane.

“Con ello, vemos que el partido es de las oligarquías que se han conformado en su interior”, comentó el analista.

Gustavo López Montiel, profesor de Ciencia Política del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, consideró necesario ubicar el contexto en el que Morena está renovando su dirigencia nacional.

“Es muy importante saber quién se va a quedar con la dirigencia nacional del partido porque no sólo es tener acceso a los recursos, sino también definir candidaturas”, subrayó.

Detalló que quien resulte ganador podrá definir no solamente lo que proceda para la elección de 2021, sino también la presidencial de 2024.

El profesor Nicolás Loza Otero, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), indicó que no sorprende lo que ocurre en el interior de Morena, sobre todo porque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dejado al partido de lado.

“La distancia de López Obrador es lo que sorprende, que deje a las distintas corrientes tomar una decisión importante para el partido”, detalló.

Puntualizó que existe un riesgo de ruptura en Morena y todo por buscar la candidatura de 2024. “López Obrador es consciente del riesgo”, dijo.

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