Los senadores de Morena van y vienen del pleno, se pasan una bolsa de papas fritas. “No tienen ”, se advierten y esperan a que haya la asistencia suficiente para abrir la asamblea, pese a que las horas pasan y el tablero no cambia la cifra.

“No hay vuelos de varios estados, por eso llegaron los compañeros”, dice una senadora del PT para justificar la ausencia de su bancada y de más de una decena de legisladores de Morena, pues solo faltan seis y con la bancada completa avanzaría.

Afuera, los senadores del PAN y el PRI se justifican. La senadora Xóchitl Gálvez Ruiz (PAN) afirma que su hija tiene síntomas de Covid-19 pues compartió un salón de clases con un caso confirmado de coronavirus, el asunto que ha dividido al pleno senatorial.

“Entonces, Es una irresponsabilidad de mi parte entrar a ese salón de sesiones, y lo mismo que les expliqué, se lo dije al senador Ricardo Monreal. Sí me molesta mucho que me llamen talegona porque, desde que soy senadora, no he faltado ni un día a mi trabajo en el Senado”, dice.

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Los priistas colocaron letreros afuera de sus oficinas que dicen: “El virus es cosa seria. Aquí no hay nadie, para evitar que se propague”. Miguel Ángel Osorio Chong , coordinador del tricolor en la Cámar Alta, aclara en un video que su inasistencia en el pleno no es por ellos, sino por las personas con las que tratan en cada una de sus entidades.

Paralelamente, en la Junta de Coordinación Política, su presidente, Ricardo Monreal (Morena), pelea una batalla casi perdida; los panistas y priistas han dado su veredicto: tienen miedo, no es que sean flojos, como otros los han señalado. Evitan ser irresponsables, pero él prometió sesionar.

Ha convencido a Movimiento Ciudadano y al PRD de acudir a la sesión, y a los pocos asistentes del Partido Verde, PES y PT, pero los números no alcanzan. El senador Víctor Fuentes Solís , del PAN, se asoma por uno de los balcones al pleno y protesta con un letrero.

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Dan las 15:00 horas y senadores de Morena afirman que “esto se acabó”, y algunos recogen sus cosas. De pronto llegan otros dos legisladores; suman 62 y Monreal les pide aguantar “media hora más”. Todos aguardan, se desesperan, se aburren, platican, broman.

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Martí Batres aprovecha para colocar gel antibacterial a sus compañeros de bancada, le toman fotografías de eso. Y ahí vienen los perredistas, ellos no se posicionaron antes, pero es el grupo que hará el quórum.

Apenas Juan Manuel Fócil (PRD) entra al pleno, todos lo miran atentos. Camina hacia su escaño y presiona el lector biométrico para que el tablero reconozca su asistencia. Todos los asistentes aplauden cuando el marcador dice 65.

Se abre la sesión.

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Foto: Cortesía

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