El año pasado se registraron en México 32 mil 439 decesos por cáncer cervicouterino, lo que equivale a 89 casos al día, informó Leticia Rocha Zavaleta, integrante del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.

La especialista del Departamento de Biología Molecular y Biotecnología resaltó que, a pesar de la cantidad de información disponible, “niños y jóvenes no saben cómo manejarla”.

“Se piensa que el cáncer es una enfermedad de la tercera edad y en realidad muchas mujeres lo desarrollan en la cuarta o quinta década de vida, cuando son económicamente activas, madres o jefas de familia. Pueden pasar hasta 20 años desde el momento en que una mujer se infecta con el virus del papiloma humano (VPH) y desarrolla una lesión maligna”, detalló.

El cáncer cervicouterino, el segundo más frecuente entre las mexicanas, sólo superado por el de mama, es causado por VPH, y en la última década ha disminuido la edad en la que las mujeres lo adquieren.

“Antes las infecciones por VPH ocurrían a los 19 años y ahora hay niñas de 12 años con este virus”, alertó Rocha Zavaleta.

Hoy se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, que este 2019 se enfoca al cervicouterino, prevenible con vacunación, tamizaje y tratamiento de las lesiones precancerosas, y que puede ser curado si es detectado a tiempo y tratado adecuadamente, precisa la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Rocha Zavaleta señaló que el cáncer cervicouterino es uno de los pocos tipos prevenibles por dos vías: la vacunación y estudios moleculares para la detección del virus, así como el papanicolaou o colposcopías para detectar lesiones premalignas.

En la actualidad se cuenta con tres tipos de vacunas que protegen contra dos, cuatro o nueve tipos virales del VPH. El requisito para ser inoculada es que al momento de recibir la dosis no se esté infectada por el virus.

“Estudios demuestran que la protección se puede desarrollar eficazmente en niñas que nunca han tenido relaciones sexuales, pero también en mujeres con una vida sexual activa, incluso mayores de 40 años y que al momento de ser vacunadas no tengan la infección”, afirmó la investigadora de la UNAM.

En México aún es baja la cobertura de vacunación y no hay un programa que incluya a las niñas para cerrar el círculo de infección. “Sería bueno contar con más información y que las generaciones que no tuvimos acceso en nuestra adolescencia a la vacuna, podemos ser sujetos a ella”, destacó.

Cabe destacar que las vacunas no son 100% eficaces, por lo que se debe hacer una revisión periódica con el ginecólogo y, en la medida de lo posible, tener relaciones sexuales protegidas, recomendó.

Respecto a los estudios clínicos, Rocha Zavaleta explicó que se ha detectado que 85% de los tumores se genera en la parte externa del cérvix y 15% en la parte interna, conocida como endocérvix. Sin embargo, los tumores internos van en aumento entre mujeres mucho más jóvenes y son más agresivos.

La investigadora y su equipo buscan determinar la presencia del VPH a partir del moco que lubrica el cérvix y la vagina, y que protege de infecciones bacterianas o virales.

En éste, agregó, también se secretan componentes de respuesta de defensa que pueden indicar que hay un proceso inflamatorio en el cérvix.

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