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“El Senado de la República aboga por un mundo donde exista el respeto entre las naciones, sin intervenciones ni invasiones”, dijo el presidente de la Cámara Alta, Martí Batres.

En el marco de la conmemoración anual de las víctimas del Holocausto y en recuerdo de Gilberto Bosques Saldívar, reiteró que desde el Senado se trabaja por un mundo que respete la libertad de cada ser humano.

“Abogamos por un mundo donde se respeten las religiones y las formas de pensar, un mundo que esté abierto para todos los pensamientos, para todas las doctrinas”, señaló.

Resaltó la importancia de luchar contra todas las formas de odio y discriminación, y de expresarse en favor de la paz, de la armonía y de las libertades. Enfatizó que la política exterior de México ha permitido que el país sea una casa abierta al mundo.

“Gracias a su gran política exterior y a una noble tradición, el país recibió a miles de seres humanos que llegaron y nos nutrieron con su sabiduría y su cultura”, añadió.

Aseguró que en el Senado “somos partidarios de un mundo donde quepan todos los mundos, donde haya tolerancia, donde no haya discriminación, donde no haya odios ni de raza ni de sexo ni de clase; ningún odio que nos divida, ningún odio que lleve a la violencia”.

En representación del presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, el senador Óscar Eduardo Ramírez Aguilar dijo que se debe reiterar la fidelidad a los derechos humanos y a los esfuerzos que permitan crear una cultura para que las nuevas generaciones reafirmen su compromiso con ellos y para que todos los pueblos los gocen, promuevan y defiendan.

“Esto se vuelve apremiante, sobre todo, cuando comprobamos que flagelos que creíamos superados, como la discriminación, la xenofobia y el chauvinismo, pueden estar presentes alimentando discursos que amenazan con acrecentar el odio y la intolerancia, gérmenes de las más aborrecibles atrocidades que han afectado al mundo”, dijo.

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