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Teletrabajo ¿llego para quedarse?

De acuerdo con expertos, el método puede ser un éxito o un fracaso. Advierten sobre borrar la línea entre el tiempo laboral y el tiempo de casa, lo que puede conlleva r riesgos que van de un mayor estrés y separaciones familiares, entre otros problemas

La doctora Gisele Hernández, especialista en nutrición. Foto: CORTESÍA
05/09/2020 |02:57Max Aub |
Redacción El Universal
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Miami.- Antes de la pandemia de coronavirus, algunas empresas en Estados Unidos ya habían experimentado con el trabajo desde casa con resultados no muy favorables, ya fuera por falta de compromiso del empleado o la falta de metodologías y apoyos en una realidad prefabricada.

Hoy ya no es un experimento, sino una realidad que ha exigido a un gran porcentaje de empleados y empleadores reorganizarse, reinventarse y adaptar sus capacidades de trabajo desde casa de manera urgente y a sabiendas de que no hay otro camino, al menos por el momento. Y aunque decenas de miles de personas la están pasando mal o muy mal, especialistas consultados coinciden en que es importante comprender que habrá que hacer un esfuerzo superior para que la vida vuelva a tener el mismo sentido de antes de la pandemia.

De acuerdo con la “Encuesta de Prestaciones a Empleados” realizada por la “Sociedad para la gestión de Recursos Humanos” (SHRM por sus siglas en ingles) en 2019, en Estados Unidos 42% de las empresas ofrecía un tiempo parcial de trabajo desde casa para el desempeño de las actividades de sus empleados; 27% lo hacía de tiempo completo. “Gartner”, una empresa de investigación y asesoramiento dio a conocer que actualmente cerca del 90% de las empresas cuyas actividades lo permiten tienen a una gran mayoría de sus empleados trabajando en casa desde marzo pasado.

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“Ya nos avisaron que no vamos a volver a la oficina en lo que resta del 2020 y que debemos seguir como estamos trabajando desde casa”, comenta a EL UNIVERSAL Luisa Aub, arquitecta y diseñadora técnica en un despacho de arquitectura. “Será en enero de 2021 cuando sepamos qué sigue, pero es muy posible que continuemos y eventualmente podría convertirse en una constante y quedarnos en esta ‘nueva realidad’, una nueva manera de desarrollarnos”, dice esta profesionista mexicana de 28 años, quien estudió en Nueva York y actualmente vive en Miami.

“Nosotros -la empresa donde trabaja- fuimos de los primeros -en Florida- en hacer la transición de trabajar desde casa y la verdad es que se nos facilitó bastante, ya que ellos -los directivos de la empresa- nos dieron la misma laptop que usábamos en la oficina; básicamente porque en arquitectura usamos programas muy específicos, entonces eso ha hecho que todo el proceso sea más fácil”, describe Aub.

Para otras profesiones no ha sido tan cómodo. “No es fácil estar en medio de tu ‘hábitat’ personal todos los días hablando sobre inversiones y finanzas con clientes que están preocupados por sus inversiones y otros que queremos captar, en medio de toda esta circunstancia”, comenta Ever Vidaurri, quien es asesor financiero, especialista en inversiones. “Hay actividades -profesionales- como la que yo manejo y que tiene enorme influencia en la realidad de este momento; porque la apertura o cierre de inversiones puede levantar o tumbar negocios y eso se traduce en empleos y actividad económica”, señala este especialista radicado en Miami, de padres mexicanos.

Sin duda uno de los factores más delicados para respetar el “quédate en casa” es la manutención familiar y personal. Si no hay suficientes recursos, la gente tiende a salir a buscar y en esta situación, los riesgos aumentan considerablemente. “Yo trabajaba en una tienda de venta de muebles, no muy grande, pero cerraron y ahora vivo del desempleo -mensualidad que da el gobierno a desempleados por Covid19-. No puedo más, chico”, comenta Pablo Rivera, un cubanoamericano. “Es mucho tiempo encerrado y luego con mi ‘geba’ -mi mujer- esto es pa’volverse loco chico”.

“La salud mental es tan importante como la salud física”, señala Martha Beatriz Kuri; “en el contexto de la pandemia, la salud mental ha afectado a millones de personas, ha deteriorado su estado anímico y emocional. Urge que los gobiernos pongan atención en esta parte de la salud mental y ponerlo como algo prioritario”, asegura la especialista en psicología clínica. “Realmente veo a muchísimas personas afectadas; y es que la falta de control sobre tu vida te da desesperanza e incertidumbre. Incluso puede llevarte a un estrés crónico que afecta a la larga al cerebro. Porque está demostrado que un estrés por mucho tiempo afecta al hipotálamo y -entre otras cosas- después tienen problemas para la memoria, es muy importante controlar esa parte. La ansiedad paraliza y eso los lleva a inactivar la toma correcta de decisiones.

El permanecer y trabajar en casa también ha derivado en otro fenómeno. Una mala nutrición, combinada con falta de ejercicio. La dieta, en esta pandemia, “recae en grasas saturadas, bajas en vitaminas, muy poca fibra”, señala a EL UNIVERSAL la doctora Gisele Hernández, especialista en nutrición.

El teletrabajo, junto con la pandemia, tampoco facilita la socialización. Y eso está afectando emocionalmente a las personas. Hay quienes “están deprimidos y quizá ni lo saben y se la pasan comiendo lo que sea. Simplemente están comiendo por ansiedad o insatisfacción -de algún sentimiento-. A esto súmale quienes están haciendo dietas muy rígidas, donde están castigando los nutrientes, las vitaminas y las proteínas; al igual que los minerales y las grasas, lo cual tarde o temprano tendrá consecuencias en su salud”, asegura esta especialista mexicana en Los Angeles, originaria de Quintana Roo. “Quienes decidieron ponerse una rutina de ejercicios y la siguen con disciplina cada día son un ejemplo para quienes no lo están haciendo y que a la postre les va a repercutir el sedentarismo, de una manera u otra. Así que lo más importante es alimentarse correctamente y mover el cuerpo, hacer un poco de ejercicio para mantener una nutrición saludable”.

Por otro lado, la nueva realidad y el ‘quédate en casa’ han acelerado nuevos emprendimientos, particularmente de mujeres madres de familia, a quienes la pandemia las llevó a buscar opciones de trabajo. “Desde que tuvimos que aislarnos mi esposo y yo con nuestros hijos, supe que teníamos que hacer algo para no estancarnos, pero no sabía cómo” cuenta Mariale Quesada, joven esposa, venezolana en Miami, madre de dos pequeños. “Una amiga me habló de la empresa a la que me integré bajo su línea. Yo y todo un equipo representamos productos para el cuidado del cabello y de la piel desarrollados de manera vegana; son orgánicos, naturales y muy diferentes a lo que yo conocía, por eso me animé y le platiqué a mi esposo y también se entusiasmó y ahora los dos trabajamos desde casa, no necesitamos salir y esto es algo que vamos a seguir haciendo aun cuando pase toda esta locura -de la pandemia-”.

Lo que queda claro en esta nueva realidad es que en medio de esta crisis de salud mundial, decenas de empresas han encontrado una gran oportunidad para crecer y tener precisamente a sus ‘socios ejecutivos’ trabajando desde casa. Al igual que Mariale Quesada, hay reportes de cientos de miles de personas que se han inscrito en las empresas denominadas ‘Networking’ (‘Redes de Ventas’) las cuales han crecido exponencialmente, igual que la cifra de quienes perdieron su empleo formal.

“Aunque cada uno está en su casa, trabajamos en equipo y nos apoyamos; hacemos presentaciones y de ahí captamos a nuevos socios y también vendemos productos” describe Mariale.

El trabajo desde casa ha aliviado, en muchas ciudades del mundo, serios problemas urbanos como el tránsito vehicular, los niveles de contaminación ambiental, los accidentes y la inseguridad. “Muchas compañías se están dando cuenta de que no necesitan que todos sus empleados estén presentes -en sus instalaciones- y tengan una oficina, eso va a hacer que puedan reducir sus áreas y pagar menos renta y menos servicios -como agua y luz-”, señala Ever Vidaurri, asesor financiero.

“En sentido contrario, quienes trabajan desde casa seguramente se darán cuenta que pagan más en agua y luz ya que pasan más tiempo ahí, pero esperemos a ver si las empresas modifican parte de sus prestaciones e incluyen en los contratos apoyo para los pagos extras en los hogares; y aparte, también, pues hay gente que no tiene un escritorio, su silla, la computadora o lo que sea que necesiten para trabajar desde la casa. Veremos si las compañías también van a ofrecer estos recursos, que de alguna manera ya existen como, por ejemplo, las computadoras portátiles del trabajo que, en muchos casos, se pueden sacar -de las empresas- y llevar a casa. Una parte muy interesante será ver -también- si quienes trabajan desde casa logran organizar sus nuevos presupuestos para aprovechar e invertir lo ahorrado en nuevos instrumentos de inversión”, considera Vidaurri.

“Si esto continúa así, lo que seguramente se irá transformado también rápidamente es la organización familiar dentro de los hogares” asegura Luisa Aub. “Quienes puedan modificarán su vivienda, la ampliarán para tener sus áreas de trabajo separadas o se cambiarán a una casa o departamento mejor estructurado para sus nuevas necesidades. Pero quienes no puedan ampliarse o cambiarse, simplemente reorganizarán su entorno para adaptarse mejor y más rápidamente a esta situación, en caso de convertirse en algo permanente. La otra parte es que, sea como sea, en algunos momentos, si tu trabajo es de atención a clientes, tendrás que reunirte con ellos fuera de casa”.

De acuerdo con analistas consultados, el llamado ‘teletrabajo’ o trabajo desde casa puede ser un gran éxito o un rotundo fracaso. La diferencia entre un resultado y otro tiene que ver con la visión y perspectiva. Si se mira desde el resultado de una situación que obligó a las empresas y a sus empleados a concientizar la importancia del cambio; es decir, trabajar desde casa para mantenerse lo más saludable posible debido a la pandemia, los resultados aun después de pasada la emergencia, serán seguramente muy positivos, coinciden algunos especialistas. Pero si de repente desaparece de la conciencia de los empleados la situación extrema que los llevó a la situación de teletrabajo, o si se borra la línea entre tiempo de trabajo/tiempo de casa, el fiasco no sólo puede ser total, sino que conlleva riesgos que van de un mayor estrés laboral a separaciones familiares, entre otros.

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