En momentos en que la democracia y el multilateralismo enfrentan desafíos a nivel mundial, y cuando la violencia relacionada con el crimen organizado impacta a México, pero también a la Unión Europea (UE), la defensa de los derechos humanos, de los menores y de los periodistas, pero también la igualdad de género y el apoyo a los familiares de los desaparecidos se convierten en elementos clave de la relación entre los aliados.
Así lo subraya, en entrevista con EL UNIVERSAL, Kajsa Ollongren, Representante Especial de la UE para los Derechos Humanos, al concluir su visita a México, que se enmarcó en el Diálogo de Alto Nivel sobre el tema que sostienen anualmente las partes.
Ollongren elogió la voluntad política que, dijo, existe en México para abordar la violencia contra las mujeres, a la vez que subrayó la importancia de la “rendición de cuentas, no sólo para impartir justicia a las víctimas”, sino como “pilar fundamental de las sociedades democráticas”.
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Explicó que Europa, como México, sufre el impacto de la violencia del crimen organizado y resaltó que “la seguridad constituye la base para inversiones seguras y la prosperidad”, así como la importancia de atender el problema del reclutamiento de menores. “Cada menor salvado del reclutamiento es una inversión y no se deben escatimar esfuerzos al respecto”, dijo.
Su visita ha tenido lugar en el marco del Diálogo de Alto Nivel sobre Derechos Humanos con México, en seguimiento del sostenido el año anterior en Bruselas. ¿Qué avances ve de entonces a ahora?
—Esta fue la primera vez que tuve el honor de copresidir el Diálogo sobre Derechos Humanos entre la UE y México desde que asumí el mandato de Representante Especial de la UE para los Derechos Humanos, en agosto de este año. No obstante, la cooperación entre la UE y México en materia de derechos humanos tiene una larga trayectoria. De hecho, este es el decimotercer Diálogo sobre Derechos Humanos entre la UE y México.
Me impresionó especialmente conocer los avances de México en materia de reducción de la pobreza e igualdad de género, dos ámbitos que también son prioridades claras para la UE. Durante mi visita, la UE anunció un nuevo proyecto de 55 millones de pesos mexicanos para combatir la violencia de género. También hemos intensificado nuestra cooperación para ver cómo podemos aprender unos de otros en materia de políticas mediante el intercambio de expertos técnicos, entre ellos los de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE y el Instituto Europeo de la Igualdad de Género, precisamente la semana pasada.
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Sobre estos proyectos enfocados en las mujeres, ¿por qué es una prioridad apoyarlos? ¿Cuál es su perspectiva sobre la situación de la mujer en México?
—En México existe claramente voluntad política de abordar la violencia contra las mujeres y avanzar en la igualdad de género, como lo demuestran las reformas constitucionales que establecen el objetivo de la igualdad sustantiva de género, así como en la política exterior feminista. La voluntad política es esencial y no se puede dar por sentada en el mundo actual. La igualdad de género es fundamental, ante todo, porque las mujeres tienen los mismos derechos pero, además, sociedades más igualitarias benefician realmente a todos. La participación económica y política de las mujeres impulsa el progreso económico. Por eso, socios como la UE y México deben trabajar aún más estrechamente, y así lo estamos haciendo tanto a nivel bilateral como en el seno de las Naciones Unidas.
México, como usted lo señaló en estos días, cuenta con una legislación avanzada en materia de derechos humanos y comparte principios con la Unión Europea. Pero en términos reales, ¿cuáles son los desafíos que enfrenta nuestro país, desde su perspectiva?
—Un claro mensaje que recibí en todas mis reuniones —desde autoridades locales en Zacatecas hasta representantes de la sociedad civil y del gobierno— es la importancia de reducir los niveles de violencia y su impacto en las vidas de los mexicanos. Es por ello que la UE está trabajando con las autoridades mexicanas en distintos niveles en materia de seguridad ciudadana.
Estamos invirtiendo fondos y compartiendo experiencia técnica sobre las mejores prácticas de nuestros propios Estados miembros en materia de seguridad, con un enfoque basado en los derechos humanos. La seguridad está intrínsecamente ligada a los derechos humanos y constituye la base para inversiones seguras y la prosperidad.
¿Preocupa a la UE el impacto que la violencia, principalmente del narcotráfico, tiene en México?
—No hay duda de que los niveles de violencia y su impacto en las vidas de las personas son muy preocupantes; esa es la opinión de todas las personas con las que he hablado en México.
La cuestión es más bien cómo abordar mejor este problema, que en parte es compartido. En la UE también enfrentamos los efectos del crimen organizado, incluido su incremento en algunas partes, así como las consecuencias del tráfico de drogas, tanto en términos de salud y bienestar como de violencia y criminalidad. Esa es también la razón por la que gran parte de la cooperación bilateral entre la UE y México se centra en la lucha contra el crimen organizado, la violencia de género, la protección de los defensores de los derechos humanos y la lucha contra la impunidad.
Entre esos muchos impactos del tráfico de drogas está el reclutamiento de menores por parte de los cárteles. ¿Es un foco rojo para Europa? ¿Se ha hablado con el gobierno mexicano sobre los esfuerzos para enfrentar el tema?
—El reclutamiento de menores por parte del crimen organizado requiere una atención especial, tanto por el impacto directo y a largo plazo que tiene en la vida de niñas, niños y adolescentes como en la sociedad en su conjunto. Lamentablemente, este fenómeno también se observa en algunos países de la UE. Cada menor salvado del reclutamiento es una inversión y no se deben escatimar esfuerzos al respecto. La prevención es clave: acceso a la educación, detección y prestación de apoyo social a los niños en situaciones vulnerables. Asimismo, debemos estar atentos al espacio digital, que puede convertirse en un entorno de riesgo si no se establecen salvaguardas adecuadas. Este tema fue abordado en el Diálogo sobre Derechos Humanos y compartimos el interés por seguir explorando cómo proteger a los niños, también en el espacio digital.
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Como parte de su visita, se reunió con organizaciones de la sociedad civil y periodistas. México sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo para periodistas y defensores de derechos humanos y se ha denunciado la censura contra periodistas. ¿Qué imagen se lleva después de estas reuniones? ¿Cómo impacta la violencia contra la prensa y la censura a una democracia?
—Las y los periodistas independientes y las personas defensoras de los derechos humanos desempeñan un papel esencial en toda sociedad democrática y cualquier ataque o amenaza por el ejercicio de su labor es inaceptable. En el Diálogo sobre Derechos Humanos, aprendí sobre el Mecanismo Nacional de Protección.
En la UE también estamos brindando apoyo activo a periodistas y personas defensoras de derechos humanos de todo el mundo, tanto a través del programa Protect Defenders para personas en situación de riesgo como a través de iniciativas como Protejamos sus Voces, que reconocen la importancia del trabajo periodístico. En México, hemos otorgado subvenciones y activado apoyos de emergencia para proteger a personas defensoras en situación de riesgo.
Uno de los temas más graves y delicados en el país es el de los desaparecidos. ¿Cuál es su perspectiva sobre este tema? ¿Tiene contemplada la Unión Europea proyectos que ayuden al combate a este problema?
—En mi primer día en México visité Zacatecas para conocer de primera mano cómo la UE está trabajando con las autoridades forenses locales para apoyar en la identificación de personas desaparecidas. Fue muy alentador ver que la UE puede ayudar a dar respuestas a las familias de los desaparecidos. En mis reuniones con los colectivos de madres buscadoras fui testigo del dolor y el sufrimiento inimaginables que implica no saber qué les ocurrió a sus hijos. Ellas merecen todos los esfuerzos para darles respuestas y justicia, y me alegro de que la UE pueda apoyar dichos esfuerzos.
Informes del Departamento estadounidense de Estado, de ONG como Human Rights Watch o Amnistía señalan que un problema persistente en México es el de la impunidad que prevalece en los delitos cometidos y ahora, con la reforma judicial, ONG, activistas, juristas han externado su preocupación por cómo puede afectar en el acceso a la justicia. ¿Es algo que Europa también está viendo en México? ¿Qué conclusiones saca tras sus reuniones de esta semana?
—La rendición de cuentas no sólo consiste en impartir justicia a las víctimas, sino que al mismo tiempo es un mecanismo de prevención de nuevas violaciones. También es un pilar fundamental de las sociedades democráticas. A nivel individual, la justicia permite a las personas afectadas seguir adelante y sanar. Entiendo que existen esfuerzos en marcha, incluidos los de las fiscalías especializadas en derechos humanos, violencia de género y medio ambiente, para abordar este enorme desafío.
Hablemos ahora de los migrantes. El rechazo que enfrentan en los países a los que llegan es cada vez mayor. Estados Unidos implementa una política de deportación masiva y los compara con criminales. México defiende una política humanitaria y que aborde las causas de raíz del fenómeno migratorio. En Europa, diversos países evalúan o aplican políticas más restrictivas con la migración. ¿Cómo debe abordarse hoy el tema?
—México es un firme defensor de los derechos de las personas migrantes y sigue poniendo de relieve esta importante cuestión, tanto a nivel nacional como mundial, algo que celebro y que tuve la oportunidad de discutir durante nuestro diálogo.
En la UE estamos intensificando nuestros esfuerzos para establecer una política migratoria eficaz, humanitaria y segura, para lo cual es clave el Pacto sobre Migración y Asilo aprobado en mayo de 2024 y que se aplicará en los próximos dos años. El pacto establece de manera integral un Sistema Europeo Común de Asilo.
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¿Cuáles ve Europa como las principales áreas de oportunidad? ¿Cómo está trabajando Europa con México en materia de derechos humanos y cómo ve el futuro del trabajo bilateral en este tema?
—La UE y México están unidos por sólidos lazos económicos, valores comunes y un compromiso compartido con la democracia, los derechos humanos, la justicia social y el orden multilateral basado en normas. México es un socio estratégico y económico y afín clave, uno de nuestros dos socios estratégicos en América Latina. Más que nunca, la UE y México coinciden en la importancia de defender el multilateralismo y el orden internacional basado en reglas. Continuaremos abordando juntos los desafíos de seguridad y globales, y defenderemos los principios de la Carta de las Naciones Unidas en la ONU y el G20.
¿Qué mensaje le gustaría dejar en México?
—El mundo está atravesando tiempos complejos y los socios comprometidos con los derechos humanos, la democracia y el derecho internacional, como la UE y México, deben trabajar aún más estrechamente. Debemos demostrar al mundo que los derechos humanos aportan seguridad y prosperidad.
Somos sus aliados y esperamos seguir profundizando nuestra relación a través de la modernización de nuestro Acuerdo Global.
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