Caracas.— El líder opositor venezolano Leopoldo López advirtió ayer que habrá nuevos alzamientos militares contra el gobierno de Nicolás Maduro. El pasado martes, se realizó una fallida rebelión encabezada por el proclamado presidente interino, Juan Guaidó. El chavista anunció una “ofensiva” contra los “golpistas”.

“Claro que van a venir más movimientos militares”, dijo López a periodistas a las puertas de la residencia del embajador español en Caracas, Jesús Silva, en la que permanece en condición de huésped.

López, quien el martes burló la condena de casi 14 años de prisión que cumplía en su domicilio acusado de los hechos violentos durante las protestas antigubernamentales de 2014, acompañó el martes a Guaidó y a 20 militares que se pronunciaron en las cercanías de una base aérea contra Maduro. “Créanme algo: la fisura que se abrió el día 30 de abril es una que se va a convertir en una grieta y va a terminar rompiendo el dique”, dijo antes de augurar un cambio de gobierno en las próximas semanas.

Declaró que el último mes sostuvo reuniones en su domicilio “con comandantes, con generales [y] con representantes de distintos componentes” de la fuerza armada. “Nos hemos preparado para esto, esto no es improvisado”, señaló en referencia a los planes de la oposición para derrocar a Maduro y que le costaron un nueva orden de captura que fue emitida ayer por un tribunal de Caracas.

“Nadie quiere volver a la cárcel. La cárcel fue un infierno, pero no le tengo miedo [y tampoco] a las herramientas de represión de Maduro”, dijo. Estimó que Venezuela está a semanas de un cambio político, pese a que la fuerza armada en pleno ha ratificado su subordinación al líder chavista.

El gobierno español trasladó su deseo de que se pueda encontrar “una solución a la mayor brevedad posible” al conflicto en Venezuela y dejó constancia de que “en ningún caso contempla la entrega” de López a las autoridades venezolanas ni su desalojo de la residencia del embajador. En un comunicado del Ministerio español de Exteriores recordó la “inmunidad e inviolabilidad” de que gozan la embajada y la residencia del embajador.

Por la mañana, Maduro y el ejército se declararon en ofensiva contra los “golpistas”, al reafirmar públicamente su alianza tras el fallido alzamiento militar liderado por Guaidó. “Sí, estamos en un combate, máxima moral en ese combate para desarmar a cualquier traidor, a cualquier golpista”, dijo Maduro en Fuerte Tiuna, el principal complejo militar del país.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que “la represión brutal del pueblo venezolano debe terminar y debe acabar pronto”, agregó. Estados Unidos desconoce al régimen de Maduro y apoya a Guaidó, en tanto que Rusia reconoce al oficialismo.

La próxima semana, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, discutirán la situación en Venezuela, cuando coincidan en una reunión en Finlandia, indicó un funcionario estadounidense.

También se informó que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) autorizó que Édgar Zambrano, primer vicepresidente del Parlamento de Venezuela, bajo control opositor, sea procesado por un juzgado ordinario y sin que se le haya levantado el fuero, por delitos relacionados con el efímero alzamiento militar del martes. En las protestas desde ese día han muerto cuatro personas.

Guaidó expresó “al país y a la comunidad internacional mi profundo dolor y categórica condena, ante los atroces asesinatos de Jurubith Rausseo, Josnel Peralta, Samuel Enrique Méndez y Yoifre Jesús Hernández Vásquez”.

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