Naciones Unidas.— La Asamblea General de Naciones Unidas dio ayer el primer paso para colocar bajo escrutinio global a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad cuando usan su poder de veto, en una decisión resaltada por el veto de Rusia y amenazas de vetos futuros que han paralizado cualquier acción relacionada con la guerra en Ucrania desde el organismo más poderoso de la ONU.

Juan Gómez Robledo, embajador de México y representante permanente adjunto ante las Naciones Unidas, destacó que la resolución fue impulsada por México y “copatrocinada por 83 países en favor de la rendición de cuentas y transparencia en caso de veto en el CSONU”.

En la intervención mexicana se resaltó que “hemos logrado, en suma, que el veto no tenga la última palabra. La palabra está de nuevo en la Asamblea General, expresión por excelencia de la conciencia universal”.

La resolución, adoptada por consenso por la Asamblea de 193 miembros y recibida con un estallido de aplausos, no elimina ni limita el poder de veto de los miembros permanentes del consejo, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China y Francia.

Pero por primera vez requerirá que la Asamblea General “realice un debate sobre la situación” que genere un veto en el Consejo de Seguridad en un plazo de 10 días y que dé precedencia en la lista de oradores al miembro permanente que emitió el veto.

La Asamblea no tiene requerido tomar ni ponderar ninguna medida, pero la discusión pudiera colocar a los emisores de vetos en la palestra y permiten que otros países sean escuchados.

El embajador de Liechtenstein, Christian Wenaweser, quien auspició la resolución, ha dicho que se busca “promover la voz de todos nosotros que no tenemos poder de veto y que no estamos en el Consejo de Seguridad, sobre asuntos de paz y seguridad internacional porque nos afectan”.

Al presentar la resolución a la asamblea el martes por la mañana, Wenaweser mencionó la invasión de Rusia a Ucrania el 24 de febrero y la inacción del Consejo de Seguridad, diciendo: “Nunca ha habido una necesidad mayor de un multilateralismo eficaz que hoy y no ha habido una necesidad más fuerte de renovación para garantizar el papel central y la voz de las Naciones Unidas”.

La resolución tuvo unos 80 copatrocinadores, incluyendo Estados Unidos y Gran Bretaña.

La reforma del Consejo de Seguridad —que según la Carta de la ONU es el encargado de garantizar la paz y la seguridad internacionales— ha sido discutida y debatida por más de 40 años y fue el tema central de los comentarios de países antes y después de la aprobación de la resolución el martes.

La delegación rusa recalcó que precisamente el derecho de veto es lo que ha permitido que la ONU funcione durante décadas y ha evitado que el Consejo de Seguridad sea simplemente un órgano que ponga el sello a “decisiones cuestionables impuestas por la mayoría nominal”.

China advirtió que la convocatoria automática de sesiones de la Asamblea General en caso de veto puede llevar a confusiones.

Estados Unidos ya había adelantado previamente su total respaldo a la iniciativa.

Putin y Guterres discrepan

Mientras, el líder ruso, Vladimir Putin, discrepó radicalmente en su valoración del conflicto en Ucrania con el secretario general de la ONU, António Guterres, quien no dudó en llamar “invasión” a la campaña militar de Rusia, a la que llamó a colaborar con la comunidad internacional en la apertura de corredores humanitarios. Putin defendió la legitimidad de la “operación especial militar” en Ucrania. “A pesar de que la operación militar [rusa en Ucrania] se está desarrollando, seguimos teniendo esperanzas en la capacidad de alcanzar acuerdos por la vía diplomática. Estamos negociando, no rechazamos [negociar]”, dijo Putin a Guterres, en comentarios transmitidos por televisión durante la visita del jefe de la ONU a Moscú.

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