El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) quedó ayer en la mira tras reconocer que dejó pasar por alto información sobre Nikolas Cruz, presunto autor del tiroteo en una secundaria de Florida que el miércoles causó 17 muertos. El presidente estadounidense Donald Trump visitó el hospital donde se encuentran algunos de los sobrevivientes.

En un comunicado publicado en internet, el FBI reveló que en enero “una persona cercana a Cruz contactó con la línea de denuncias del Buró para informar inquietudes sobre él, su deseo de matar personas, así como sobre la posibilidad de que realizara un tiroteo en una escuela”.

Sin embargo, los protocolos establecidos para manejar ese tipo de información no se aplicaron en este caso, según reconoció el FBI. El atacante, que actualmente se encuentra detenido acusado de 17 homicidios premeditados, entró el miércoles a la secundaria Marjory Stoneman Douglas, a la que perteneció hasta hace un año, y con un fusil AR-15 mató a tres adultos y 14 menores de edad.

“La información debería haber sido enviada a la Oficina de Campo del FBI en Miami, donde se hubieran tomado los pasos de investigación apropiados, pero estos protocolos no se siguieron”, agregó el texto.

La agencia enfrentaba críticas de antemano por la manera como procesó un aviso sobre un comentario publicado en YouTube el año pasado. El comentario decía: “Voy a ser un asesino de estudiantes profesional”, y estaba firmado por “Nikolas Cruz”. El FBI investigó el comentario, pero no determinó quién lo hizo.

A su vez, el sheriff del condado Broward, Scott Israel, dijo que su oficina recibió unas “20 llamadas de servicio en los últimos años relacionadas con Cruz”, aunque no detalló más.

El gobernador de Florida, Rick Scott, quien ha acompañado a las familias de las víctimas del tiroteo perpetrado en Parkland, reclamó la renuncia del director del FBI, Christopher Wray. Consideró que la omisión del Buró “es inaceptable”. “Personas inocentes están muertas y reconocer un error no va a ser suficiente. Una disculpa nunca devolverá la vida a estos 17 floridanos ni consolará a las familias que sufren”, indicó. “El director del FBI debe renunciar”, agregó.

En el mismo sentido, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ordenó una revisión inmediata de los procesos del Departamento de Justicia y del FBI al considerar que las “señales de advertencia estaban allí”.

“Vemos las trágicas consecuencias de esos fracasos”, dijo Sessions en un comunicado en el que aseguró que el FBI “debe actuar sin fallas para prevenir todos los ataques”.

Dolientes se reunieron ayer para el primer funeral de una de las víctimas, Alyssa Alhadeff, de 14 años. También fue el entierro de Meadow Pollack, de 18 años. Trump y su esposa Melania visitaron el hospital Broward Helth North, en Pompano Beach, donde vieron a sobrevivientes del ataque. “Es triste que algo así haya podido pasar”, dijo.

El defensor público Howard Finkelstein dijo al diario Miami Herald que Cruz “admitió” haber sido el autor del tiroteo, para salvarse de ser sentenciado a pena de muerte. “Él cometió este crimen. Lo admitió. Esto se reducirá a un problema: ¿Va a vivir o a morir?”. La fiscalía dijo que lo más probable es que se busque la pena de muerte para el acusado quien, según su abogada, está “arrepentido”.

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