Washington.— Los primeros soldados y tanques de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos llegaron ayer a Washington para participar el sábado en el desfile militar organizado por el presidente Donald Trump con motivo de los 250 años del Ejército estadounidense y que coincide con su 79 cumpleaños. El mandatario amenazó con hacer un duro uso de la fuerza contra todo aquel que proteste durante el desfile.
“El sábado, vamos a celebrar a lo grande. Y, por cierto, si se realiza alguna protesta, los manifestantes se enfrentarán a una gran fuerza. Aquellas personas que quieran protestar, se enfrentarán a una gran fuerza”.
El centro de la capital se convirtió en algo más parecido a una base militar en la que se asoman, entre los blindados, algunos de los monumentos más emblemáticos de la Explanada Nacional. Agencias
