Todos los días decenas de camiones de redilas cargados de cascajo salen de la Ciudad de México, especialmente de zonas como Polanco, con toneladas de desperdicios de construcciones, que son arrojados a barrancas de Naucalpan y Huixquilucan, tal como lo documentó EL UNIVERSAL y han detectado autoridades locales.

Camiones con tierra, piedras y varillas circulan todos los días, incluso por vías rápidas como Río San Joaquín, donde tienen prohibido transitar; sin embargo, lo hacen con dirección a Periférico Norte, donde ingresan a los municipios mexiquenses de Naucalpan y Huixquilucan.

“Si te paras en la Glorieta de Las Américas, en Naucalpan, puedes contar decenas de camiones de carga con rumbo a Los Cipreses, donde descargan cientos de toneladas de cascajo junto a lo que será la nueva universidad pública, en el río Las Julianas y en Occipaco, señalaron diversos regidores, entre ellos Anselmo García Cruz.

El regidor Pedro Antonio Fontaine Martínez afirmó, durante la sesión de la comisión edilicia de preservación y restauración del Medio Ambiente del 26 de noviembre, que en Naucalpan hay casi 90 puntos de tiros de cascajo, “con mafias alrededor de esto entre los que se encuentran camioneros”, que pagan en promedio 300 pesos, por tirar en terrenos como el de Occipaco, en la zona de Los Cipreses.

La operación de los tiros de cascajo está regulada por la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México, autoridad que debe informar cuántos sitios autorizados operan en el municipio, de acuerdo con la petición que realizaron autoridades de Naucalpan.

No obstante, muchos tiraderos operan de forma irregular, incluso pese a que han sido clausurados, pues retiran los sellos de clausura colocados por la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem) y siguen, señalaron regidores.

Silencio de autoridad ambiental

EL UNIVERSAL solicitó la versión de autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México sobre la operación de los tiraderos de cascajo autorizados e ilegales, así como de las sanciones y eventuales detenciones de personas por delitos ambientales; no obstante, al cierre de esta edición no emitieron respuesta, pues aún se encuentran en periodo vacacional.

Sin embargo, los que no descansan son los constructores que todos los días sacan cientos de toneladas de cascajo y tierra de nuevos desarrollos, desperdicios que llegan a cubrir y rellenar barrancas verdes, árboles y ríos de zonas ejidales como San Mateo Nopala, Tepatlaxco y San Francisco Chimalpa, tal como lo documentó este diario y lo denunciaron tanto síndicos como regidores de Naucalpan en la comisión edilicia de Preservación y Restauración del Medio Ambiente.

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