“Llevo todo este año peleando mi pensión alimenticia, de por sí el proceso es muy lento, hay muchos casos y con esto [el cierre de actividades] se me atrasa más. “Ahora, dice mi abogado que posiblemente hasta finales de 2021 me empiecen a llegar las fichas de depósito, por lo mientras seguiré jodida”, contó María del Carmen, quien llegó a los juzgados familiares que se ubican sobre la avenida Juárez, pero estaban cerrados por la pandemia.

La señora arribó con la esperanza de concretar su proceso legal por violencia familiar; sin embargo, debido a que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJ) suspendió actividades desde el lunes debido al alza de hospitalizaciones por el Covid-19, encontró cerrados los tribunales.

Casos como estos se replicaron por cientos en este sitio. Todos fueron sorprendidos por la medida que busca cortar la cadena de contagios.

Los que llegaron se enteraron, a través de los papeles que están pegados afuera, de que los juzgados funcionarán hasta el 7 de enero próximo.

Al leerlos detalladamente se quejaron con murmullos y se retiraron sin más opciones.

“Nadie nos sabe dar explicaciones o qué va a pasar con nuestros casos. El policía te atiende de muy mala gana y ni modo. Yo vengo por mi ficha de pago y no sé qué va a pasar con eso”, expuso Maribel Ulrich, luego de enterarse que hasta el próximo año atenderán su caso.

El cierre perjudica a todos, desde las víctimas hasta los pequeños despachos de abogados que viven de “agilizar” y asesorar a las mujeres en los trámites de custodia de menores, divorcios, y sobre todo, de pensión alimenticia.

Se estima que anualmente el TSJ de la Ciudad de México atiende más de 100 mil casos solamente en materia familiar. Este problema, anticiparon abogados, colapsará el siguiente año, pues se hará una suerte de “cuello de botella” que dejará en el limbo a igual número de familias, mujeres y niños que no podrán recibir su pensión alimenticia a tiempo.

“El otro año será peor, la gente no va a tener justicia ni sus casos van a solucionarse a tiempo, estamos hablando que para jueces y abogados la carta de trabajo se va a triplicar, si tomamos en cuenta que en estos días que se abrieron, apenas extendieron los expedientes del año pasado, entonces a esto hay que sumarle todos los [casos] de este año más lo que se acumule. De verdad que viene difícil, no sé cómo le van a hacer”, comentó María Luisa Linares, quien se dedica a asesorar y a agilizar los trámites de todos los que llegan a los juzgados familiares.

“Y esto afecta también a terceros como nosotros que agilizamos trámites, repartimos tarjetas de los despachos. Nosotros no tenemos un sueldo fijo como los jueces y todos los que trabajan en el tribunal, vivimos al día, hay mujeres que únicamente viven de la pensión que les dan y ahora ellos y nosotros, cómo le vamos a hacer, en eso no piensan las autoridades”, añadió.

Luego de que el Tribunal Superior de Justicia abriera sus puertas para atender a la ciudadanía, tras permanecer cerrado por la emergencia sanitaria, se dio a conocer un brote importante en todas las salas y edificios del órgano judicial.

Sin embargo, por el alza en contagios y hospitalizaciones, volvió a cerrar, dejando solamente juzgados de guardias que atienden como máximo 10 casos por día, cuando el estándar son 2 mil por semana.

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