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Ecatzingo, Méx.— De los 279 inmuebles religiosos e históricos que resultaron dañados por los sismos de 2017 en el Estado de México, 202 ya han sido restaurados, incluidas las tres zonas arqueológicas de Calixtlahuaca, Tlapacoya y Acozac, informó el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la entidad mexiquense, Luis Antonio Huitrón.

Del total de monumentos, 52 registraron afectaciones severas; 135, moderadas, y 92, menores, precisó el funcionario del instituto.

A casi dos años, aún hay edificios religiosos que están en proceso de rehabilitación, como el de la parroquia de San Pedro y San Pablo Apóstoles, que data de 1568 y se ubica en la plaza principal de Ecatzingo, fue de los que presentó mayores daños estructurales.

Después de varios estudios que han realizado expertos en restauración, se prevé que en las próximas semanas inicie la intervención mayor de ese inmueble, que es de los más apreciados por los habitantes de la región de los volcanes.

Ninguno de los recintos religiosos que sufrieron algún tipo de daño será derrumbado, por lo que todos podrán recuperarse después de que sean sometidos a los protocolos que establece la normativa.

“En la región de los volcanes, dentro de la Diócesis de Valle de Chalco, a la que pertenecen estos municipios, hay 61 inmuebles que fueron afectados, de ellos 44 ya están concluidos con recursos del seguro y de terceros.

“Aquí es importante señalar que, a diferencia de otros municipios del Estado [de México], la comunidad es muy solidaria, la cual además de reconocer el valor histórico de sus inmuebles asume la importancia de estos sitios y se ha volcado para aportar, de acuerdo con sus usos y costumbres, los recursos para hacer las intervenciones”, explicó.

Con las aportaciones económicas que efectuaron los residentes de esa región, 22 sitios históricos fueron restaurados. Personal del INAH dio seguimiento a todo el proceso de rehabilitación.

En esa zona de la entidad faltan cinco inmuebles por restaurar, que son los que se intervendrán con recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), además de otros 12 que están por iniciar.

Según el plan, se prevé que en 2020 se terminen las obras de rehabilitación de los inmuebles que presentaron los daños más severos.

Para la entidad se asignaron más de 550 millones de pesos para la recuperación de los inmuebles afectados, incluidos los recursos de la póliza de seguros con los que contaban los propios sitios, así como del Fonden y los del Programa Nacional de Reconstrucción, que cubren vestigios que no habían sido contemplados inicialmente.

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