Con el objetivo de mantener la recuperación de la flora y fauna en el Nevado de Toluca , a partir de octubre se restringió el acceso de 10 mil a 700 visitantes por día, además se implementó el cobro de derechos en 50 pesos por visitante , informó Gloria Tavera Alonso, Directora Regional del Centro y Eje Neovolcánico de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).

"Actualmente se cobran 50 pesos como lo establece la ley Federal de derechos, igual que se cobra cuando ingresa una persona a un museo, dinero que regresa íntegramente a estos sitios para seguir haciendo labores de conservación y restauración ", mencionó.

En entrevista dijo que luego de 18 meses que permaneció cerrada esta área natural protegida, detectaron una recuperación del lugar y, si bien reconoció que el cierre de este espacio para el turismo fue una discusión que se llevó varios meses, luego de observar la mejora significativa, decidieron reducir el número de turistas que pueden ingresar al volcán.

"En este espacio a través del tiempo habíamos visto que estaba muy lastimado, la manutención del Nevado de Toluca ha sido un esfuerzo de los tres órdenes de gobierno, sobre todo poder regular la visitación turística a este territorio. Ya que habíamos llegado a tener más de 10 mil habitantes por día y eso vimos que generó graves daños", resaltó.

Destacan reducción de visitantes para conservar ambiente

Apuntó que estos sitios naturales son para todos; sin embargo, insistió en la importancia de convertir al turismo en uno mucho más responsable que proteja la naturaleza.

Puntualizó, que por ejemplo, si una persona utiliza su cuatrimoto para recorrer senderos que no están abiertos al público y oficialmente accesibles, lo que pasa es que aparece gente muerta o lesionada, se extravían "y eso al final tiene un costo muy alto para las instituciones, porque significa la movilización de muchas personas para rescatarlos cuando se reduce a una falta de cumplimiento de la normatividad".

Las grandes cifras de turistas a este territorio, apuntó, provocaron la extracción de la flora, el alejamiento de la fauna y la erosión del lugar.

La especialista admitió que no tener una regulación, el desorden, ha generado un caos en el ecosistema que parecía difícil de recuperar, hasta que derivado de la pandemia por COVID-19 se mantuvo cerrado el volcán más de 18 meses.

Señaló que como parte de las medidas para prevenir los contagios por el SARS -COV 2, decidieron mantener cerrado al público este lugar por más de año y medio, tiempo en el que identificaron la mejora sustancial.

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