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José Ramón Amieva, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, rompió con la tradición de repartir panes de muerto en el Zócalo, para llevarlos a la salida del Metro Panteones.

“En lugar de hacer el evento que comúnmente realizamos en el Zócalo, preferimos que fuera en un espacio como aquí, en la colonia Argentina, de la delegación Miguel Hidalgo, donde converge el Metro, donde hay un panteón, que fuera la gente quien directamente pudiera tener acceso a esto”, explicó el mandatario.

En total se repartieron 55 mil piezas de pan, elaboradas por la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, a través del programa de apoyo a mujeres víctimas de violencia, quienes fueron certificas como reposteras.

La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) contribuyó con 3 mil porciones de chocolate y 3 mil de café, mientras que la empresa Lala aportó 6 mil cuartos de leche.

Integrantes del gabinete legal y ampliado iniciaron con el reparto de 15 mil panes y 6 mil cajas de leche a la salida del Metro Panteones poco antes del mediodía, sitio al que más tarde llegó el mandatario.

De manera simultánea, en el Panteón San Lorenzo Tezonco, en Iztapalapa, se entregaron 20 mil piezas de pan, mil 500 cafés y mil 500 chocolates; en el Panteón San Isidro, de la alcaldía Azcapotzalco se distribuyeron 20 mil piezas de pan, mil 500 cafés y mil 500 chocolates.

Vecinos de la colonia Argentina, usuarios del Metro y quienes se encontraban de paso por la zona, se acercaron al lugar para disfrutar de una de las piezas de pan. Los niños, además, tuvieron oportunidad de participar en el taller de elaboración de pan de muerto, así como realizar dibujos alusivos a la festividad.

El pan de muerto tiene su origen en la época prehispánica; su forma circular indica el ciclo de la vida y la muerte: la “bolita” de la parte superior simboliza un cráneo, las tiras laterales los huesos de los difuntos, los cuales están puestos en forma de cruz y señalan las direcciones del universo.

Luego de repartir algunos panes, el jefe de Gobierno ingresó a la estación del Metro Panteones donde fue instalada una ofrenda que fue instalada por personal del Sistema de Transporte Colectivo (STC), dedicada al cuidado del planeta. Hecha con algunos materiales reciclados, el altar recordó a algunas de las especies animales que se han extinguido.

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