María Virginia, de 97 años de edad, acudió este 1 de noviembre al Panteón Jardín, ubicado en Álvaro Obregón, a dejar flores y veladoras a las tumbas de sus seres queridos, para “que guíen su alma tras su regreso del inframundo”.

“Son tradiciones que nos inculcan nuestros padres, sólo sé que necesitan luz y camino para que regresen a visitar el mundo de los vivos. En una sola tumba descansan una cuñada, suegra y mi esposo, y en otra mi hijo”, dijo la señora.

Compartió que estas fechas no le causan tristeza, sino alegría de que puede recordarlos: “Sé que cuando fallezca, ellos me van a guiar en mi camino”.

Acompañada con su hija y nieto, doña Virginia colocó un ramo de flores en cada una de las tumbas, pero antes las lavó y sacudió, pues tenía meses que no había visitado el panteón, a causa de la pandemia de Covid-19.

Por otro lado, Norma López y su esposo denunciaron que, debido a la pandemia, hubo diversos robos en las tumbas, por ejemplo, uno de ellos sucedió donde se encuentran descansando sus papás, debido a que hurtaron las letras del memorial.

En tanto, un encargado del cementerio detalló que fue poca la afluencia de personas este año.

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