Toluca, Méx.— Adonai Tonnatiu López Ledesma El Gallito de Plata es un niño de 13 años que sueña con ser cantante y rescatar la música vernácula, dijo que le encantaría celebrar el Día del Niño cantando.

Para juntar dinero y poder realizar sus estudios profesionales, canta en el transporte público o en las calles, a veces va acompañando por su padre y otras sólo con una bocina, pero en todo momento se aglutina la gente para escucharlo y regalarle unas monedas.

También ha participado en varios festivales de Atlacomulco, Ixtapan de la Sal, además de cantar con mariachi y con grupos norteños.

Descubrir a El Gallito de Plata no es difícil, su voz rebasa los locales comerciales ubicados detrás del palacio de gobierno, las llamadas Alacenas, a donde se ubican varios negocios de comida en la Plaza Fray Andrés de Castro, un paso obligado para quienes van al centro de la viudas y que por ello, eligió por varios días durante las vacaciones de Semana Santa para trabajar interpretando sus canciones favoritas.

Es oriundo del Estado de México, hijo de padres indígenas de Toluca y además de cantar en 10 idiomas, es un joven de sexto de primaria al que le gusta estudiar, leer y escribir poemas.

Sus padres son comerciantes, su mamá hace pay que su papá vende y a él, aunque le gusta apoyar a sus padres, prefiere ir a buscarse la vida cantando.

Nació en Chimalhuacán, vivió ocho años en Puerto Escondido, Oaxaca, pero hace cinco, junto con sus seis hermanos y hermanas mayores, además de sus padres, regresó a vivir en Santiago Tlacotepec, de donde es originaria su mamá, Aurelia Magdalena Ledesma.

Para Tonnatiu, como lo llaman sus padres, ser cantante es uno de los más grandes anhelos, aunque su preparación en Bellas Artes de Toluca es muy poca, de apenas un año y, no ha logrado ingresar al Conservatorio, pero aprendió a interpretar, entonarse y componer, gracias a que su papá y su abuelo se dedicaron a la música.

Su papá, Víctor López Martínez, platicó que es un orgullo para ellos que su hijo más pequeño haya heredado el talento y la voz del abuelo, a quien describió como uno de los cantantes más talentosos de México, pero que nunca tuvo una oportunidad para hacer una carrera profesional como músico, por ello apoya a su hijo, hasta donde sea necesario para que cumpla su sueño.

“Nos dimos cuenta de su talento a los tres años de edad. Ya estando en el kinder, la maestra nos mandó llamar, nos dijo que Adonai, no dejaba de cantar, todo lo que expresaba era cantando y pues más adelante, cuando habló con claridad, notamos de su talento”, dijo.

Esta familia vive en una de las zonas más pobres de la capital mexiquense y es por ello que Tonnatiu decidió salir a buscar ingresos para apoyar a sus padres.

A donde este pequeño llega, también lo hace un público de todas las edades, sobre todo adultos que quieren contratarlo, quienes le invitan una torta o le preguntan sobre sus padres, para comunicarse y contratarlo.

Sin embargo, el pequeño siempre se niega a comer porque, asegura, su actividad no la desarrolla por hambre, sino como una forma de darse a conocer y también de ganar dinero.

“Canto en inglés, mixteco, zapoteco, maya, otomí, portugués, náhuatl, italiano, francés”, narró. Dijo que su libro favorito es La Divina Comedia de Dante Alighieri, su cantante favorito es Pedro Fernández y la canción que más le gusta interpretar es Mamá Solitas

“Estoy seguro que cantando voy a ser la persona que quiero ser de grande”, afirmó Tonnatiu.

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