Elementos de las Policías Estatal y Municipal rescataron a un hombre de ser linchado por decenas de habitantes de la comunidad de San Pablo Xuhitl , perteneciente al municipio de Axapusco , localizado al nororiente del Estado de México , al que acusaron de intentar robar una yegua y negocios del lugar con otros cómplices que pudieron huir de la turba.

Según los residentes, dos hombres y una mujer que viajaban en un vehículo Nissan, tipo Tsuru, color blanco, con placas de circulación del Estado de México, amagaron con una pistola a un menor para que les entregara una yegua, pero se negó a hacerlo y escapó montado en el animal.

El hombre que portaba el arma le disparó pero no hizo blanco en el adolescente. Luego se dirigieron a los comercios del poblado a los que pretendían asaltar, pero los vecinos se dieron cuenta y se organizaron para enfrentarlos.

Los tres tripulantes al darse cuenta que eran muchos los habitantes se subieron al automóvil en el que llegaron a la comunidad y huyeron.

Algunos residentes los siguieron en otras unidades y los alcanzaron en el poblado vecino de Santo Domingo Aztecameca.

Ahí lograron bajar a uno de ellos, identificado como Vicente, mientras los otros dos lograron escapar en el Tsuru.

A Vicente lo golpearon desde ese punto y se lo llevaron hasta el centro de San Pablo Xuhitl, donde ya se habían congregado más habitantes. Las agresiones contra él continuaron.

Lo metieron a un cuarto de la delegación municipal, donde el castigo colectivo no cesó. Algunos de los pobladores con gritos alentaba a sus compañeros para que lo lincharan y sirviera de escarmiento a los delincuentes que intentaran cometer algún delito en ese lugar.

Al sitio arribaron miembros de las corporaciones estatal y municipal, así como personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México para que lo trasladaran al Ministerio Público, pero los vecinos se opusieron.

Los residentes argumentaron que si se lo entregaban a las autoridades en poco tiempo lo dejarían en libertad y seguiría delinquiendo, por lo que dijeron no confiar en la justicia.

Después de varias horas de negociación entre los lugareños y los oficiales, la población aceptó que fuera conducido al Ministerio Público. Cuando Vicente fue sacado de la delegación municipal y custodiado por algunos policías, varios vecinos se le fueron encima al acusado, lo golpearon y patearon otra vez.

Los uniformados tuvieron que levantarlo para que la gente no lo siguiera agrediendo y lo metieron a una patrulla de la Secretaría de Seguridad mexiquense para presentarlo ante el agente del Ministerio Público.

Algunos de los pobladores fueron también al Centro de Justicia para presentar la denuncia contra el inculpado.

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