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José Luis Guerrero tardó cuatro años en ampliar su casa. Ahora, a un mes del sismo del 19 de septiembre, puede perder su hogar si es considerado de alto riesgo. En la última semana le colocaron polines para sostener la estructura y su familia está en espera de un Director Responsable de Obra (DRO) que haga les haga una visita y determine si se derriba o aún se puede salvar la construcción. Sin embargo, eso no depende sólo de los posibles daños que haya tenido su casa, sino también del tipo de suelo sobre el que está la colonia Del Mar, donde vive.

Las autoridades de la delegación Tláhuac pretenden que para fin de año, ya se hayan demolido las viviendas de alto riesgo, reparado las de mediano riesgo, y otorgado los apoyos para los damnificados del desastre natural. La colonia del Mar y La Nopalera son las dos que se consideran con mayores daños en la demarcación, por las múltiples grietas que no sólo sufrieron las casas, sino también las vialidades.

Este escenario de hundimientos y una grieta que atraviesa en forma diagonal al menos 10 calles, sólo es visible en esta delegación. “Este martes sólo se discutió si se abren algunas calles a la circulación del transporte público, porque la gente está espantada porque se sigue hundiendo la colonia, poco, pero sigue”, dice José Luis.

Como lo informó EL UNIVERSAL, tras el censo que elaboró el personal del Protección Civil en la demarcación en más de 5 mil viviendas, el resultado fue que 872 inmuebles son habitables; 3 mil son de mediano riesgo y mil 200 son inhabitables.

De estos edificios de alto riesgo, aún no se tiene una fecha establecida para demolición, a pesar de que sus dueños están avisados en la mayoría de los casos sobre las medidas que se deben considerar.

A pesar de que el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, haya anunciado que se tiene contemplado reparar la grieta que afectó la Colonia Del Mar, el director de Protección Civil, Antonio Rangel, aseguró que esto depende de un estudio que realiza un grupo de geólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pues el tipo de suelo de la zona puede provocar que en un futuro se abran más grietas y que sea una mejor opción evitar todo tipo de construcciones.

Rangel también informó que en el edificio delegacional se instaló un comité de más de 10 personas que reciben llamadas de los habitantes para realizar visitas a los domicilios; se envían pipas a las colonias afectadas y en las calles de la delegación, aún hay visitas de las brigadas del gobierno capitalino, que llevan comida a los damnificados y hacen un censo a nivel Ciudad de México sobre los daños.

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