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Cuatro de cada 10 viviendas en la Ciudad de México presentan fugas de gas, lo que se traduce en una emisión de casi de 33 mil toneladas de compuestos orgánicos volátiles (COV).

De acuerdo con el Inventario de Emisiones 2016, dado a conocer por la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), los COV son uno de los principales compuestos que favorece el incremento del ozono, que daña a la salud de las personas y sobre los cuales no se tiene regulación.

“En 2016 se estimaron 164 mil toneladas de COV, de las cuales 69% se emite por las fuentes áreas; la principal emisión es ocasionada por las fugas de gas LP en el sector habitacional, que, según el estudio realizado por la Sedema en este sector, se determinó que cuatro de cada 10 casas presentan fugas”, precisa.

Los COV, según indica el documento, también se encuentran en actividades relacionadas con la población, la industria y los comercios, como el uso de aerosoles, limpiadores, solventes, pinturas y tintes, “ por ello es necesario impulsar la creación de normas federales que limiten el contenido de COV en este tipo de productos a nivel nacional”.

Por ejemplo, por actividades como las artes gráficas se generan 11 mil 302 toneladas de COV al año; los productos del cuidado personal registran 7 mil 668 toneladas, así como los plaguicidas domésticos, con 7 mil 206 toneladas.

En el estudio se precisa que las alcaldías en donde se tiene mayor densidad poblacional y tráfico son las que registran la mayor emisión de los COV como son Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Xochimilco, además de la zona centro de la Ciudad.

Transporte contaminante. El Inventario de Emisiones se publica cada dos años y “permite conocer y localizar las fuentes emisoras y generadoras, así como el tipo y cantidad de contaminantes de cada una de ellas”.

En esta ocasión incluye un apartado para la estimación de emisiones de la Zona Metropolitana del Valle de México, contemplando 59 municipios del Estado de México y por primera vez, a Tizayuca, en Hidalgo.

Como parte de este análisis de emisiones también se encontró que los vehículos privados, así como el transporte público y de carga, son las principales fuentes de contaminación en la Ciudad de México, debido a que en su mayoría utilizan el diésel o la gasolina como combustible.

Este sector contribuye con 53% de las emisiones de partículas PM10 y con 56% de las PM2.5, concentrándose principalmente en zonas de intenso tránsito vehicular.

El documento señala que hasta hace dos años se tenía un registro de 2 millones 322 mil 423 vehículos de los cuales 83% son particulares (incluyendo moticicletas), 9% de carga y 8% de transporte público.

Precisa que la edad promedio de la flota de vehículos a gasolina es de 6.5 años, mientras que las unidades a diésel es de 13.2 años.

“Normalmente a mayor edad se presentan mayores emisiones debido al deterioro de los vehículos y a tecnología menos eficiente”, indica.

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