De no haber subido de último momento al pleno el dictamen sobre la ley para crear el banco de ADN, la clausura de los trabajos de la sesión ordinaria del Congreso local hubiera sido en tan sólo 14 minutos.

Sin embargo, la última sesión se prolongó dos horas y media, debido a que, una vez que el presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, Eduardo Santillán Pérez, presentó el citado dictamen, el perredista Jorge Gaviño Ambriz, le exigió leer el documento, lo que provocó malestar entre los diputados.

La lectura le llevó a Santillán Pérez aproximadamente 40 minutos, por lo que, incluso desde tribuna, el morenista llamó la atención del perredista, “porque pide la lectura del dictamen y no pone atención”, lo que provocó risas y burlas.

A las 14:47 horas, la presidenta de la Mesa Directiva, Isabela Rosales, ordenó a la secretaria de acuerdo proceder a levantar la votación. Y en tres minutos, el pleno aprobó el dictamen de ley.

Cuando iban a votar para el nombramiento de la Diputación Permanente, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Mauricio Tabe Echartea, pidió abrir un receso “de cinco” minutos.

Esos cinco minutos se convirtieron en 12, por lo que a las 15:04 horas reinició la sesión y por unanimidad, cuando la mayoría de los diputados ya se abrazaban, se deseaban lo mejor para esta Navidad y Año Nuevo, avalaron a los integrantes de la Diputación Permanente, que funcionará de este lunes al 31 de enero de 2020.

La Mesa Directiva de esta diputación será presidida por la morenista Isabela Rosales Herrera, con Leticia Varela Martínez como suplente, y Jorge Gaviño Ambriz como vicepresidente, con Gabriela Quiroga Anguiano como suplente.

Con un pie en la calle de Donceles, quedaron concluidos los trabajos del Primer Periodo Ordinario de Sesiones del Segundo Año de esta Primera Legislatura.

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