Desde los 16 años a Dayron lo relacionaron con actividades ilícitas, incluso lo relacionaron con integrantes de La Unión Tepito. Autoridades refieren que empezó robando a transeúntes y autopartes, luego subió y terminó en la venta de drogas al menudeo.

El domingo pasado lo asesinaron en calles de la colonia Morelos, estaba dentro de un vehículo y rodeado de amigos, quienes, al escuchar los balazos, lo dejaron a su suerte.

En el barrio bravo, vecinos y conocidos dijeron que la víctima era “rebelde”. Una vez que se identificó como integrante de La Unión, empezó a intimidar a propios y extraños. Su última bronca fue con otro supuesto narcomenudista de la misma edad; Dayron pretendía a su novia y, según las primeras investigaciones, eso desencadenó en amenazas.

Aunque el homicidio de Dayron no fue captado por las cámaras del C5, vecinos proporcionaron datos que podrían llevar a la captura de los responsables.

De momento, las indagatorias se han concentrado en un asunto “pasional”; sin embargo, no se descarta que el ataque se deba al ajuste de cuentas entre los grupos criminales de la zona.

“Si un día salgo de casa y no regreso, dale un beso a mi mamá y repítele que fui el mejor hombre”, escribió Dayron en sus redes sociales 24 horas antes de que fuera asesinado. Sus amigos lamentaron el homicidio y prometieron que harán lo propio con los agresores, quienes, a decir de la autoridad, escaparon en dos motocicletas de pista.

Sus familiares aseguraron al Ministerio Público que la víctima era un joven “sin problemas con nadie”, por lo que exigieron justicia. Sobre lo que posteaba en redes sociales, aseguraron que eran cosas de jóvenes y desconocían si tenía nexos con la delincuencia.

El año pasado, la fiscalía registró siete homicidios dolosos en los que las víctimas fueron menores. Destacan el crimen de dos niños mazahuas. En este año, con el caso de Dayron, suman tres, todos asesinados con armas de fuego.

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