¿Qué comer si tienes el corazón roto?

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Las rupturas amorosas resultan ser una de las etapas más complicadas y tristes en la vida del ser humano. La depresión se apodera del cuerpo y lo limita a hacer cosas que no ayudan a curar el desánimo. Pero no todo está perdido, en esta nota te diremos qué alimentos puedes consumir para combatir el corazón roto o lo que es lo mismo, la comida que eleva los niveles de serotonina u hormona de la felicidad.

Diversos estudios han confirmado que después de una separación las emociones se desequilibran y tienden a bajar los niveles de serotonina . Pero, ¿qué es?, es una hormona que segrega el cuerpo humano e influye directamente en las emociones pues otorgan esa sensación de bienestar y felicidad. Sin embargo, si el nivel de esta hormona disminuye, se comienzan a sentir deseos de comer alimentos dulces y por tanto, aumentas de peso.

Chocolate

: Es el alimento por excelencia contra la tristeza, pues contiene grandes dosis de triptófano y cuanto más oscuro sea el chocolate, más te funcionará para elevar las hormonas que te harán sentir bien.

¿Qué comer si tienes el corazón roto?

Frutos secos

: Además de contener serotonina, son ricos en magnesio y son un aliado fuerte contra el estrés. Puedes ingerir pistaches, almendras, arándanos, etcétera. Son elementos fáciles de combinar en cualquier dieta y además funcionan como botana natural.

¿Qué comer si tienes el corazón roto?

Piña

: Es un estimulante por excelencia y es un fuerte aliado contra la frustración. Es rica en energía, minerales y vitaminas, generando una optimista vitalidad. Calma la ansiedad y alivian la agitación nerviosa.

¿Qué comer si tienes el corazón roto?

Productos lácteos

: El yogur, la leche y el queso se pueden añadir en la dieta diaria. Los quesos ayudan a potenciar la serotonina. Algunos de los que puedes comer son: cheddar, de soja y suizo.

¿Qué comer si tienes el corazón roto?

Chile

: Se llama capsaicina la sustancia que combate la frustración, la ira y la depresión. Sólo la encuentras en el chile y produce esa sensación de quemazón en la lengua. Al momento de percibir el picante, el cerebro responde liberando endorfinas que potencian la sensación de bienestar.