“Todos los caminos conducen a Australia…”. Es la idea que ronda mi cabeza desde hace más de una semana.

Después de entrarle al proyecto Juguette , del que le platiqué en nuestro anterior encuentro, asistí a una cata de etiquetas organizada por la Embajada de Australia en México . Vinos realmente elegantes, con alcohol controlado, excelente acidez y gran expresión varietal, de esos que se enganchan en el paladar por días, me han hecho replantear agendas, calendarios y cualquier otra planeación editorial. La prioridad, mi querido lector, es descubrir el rostro más contemporáneo del vino australiano .

En términos vitivinícolas, Australia es fascinante. Más de 200 años de historia, la colección de suelos más antiguos del planeta y algunas de las vides más longevas del mundo (Barossa Valley alberga cepas de más de 120 años) confluyen en este polo productivo. ¿Shiraz? En mayor parte, aunque también grandes expresiones de Cabernet Sauvignon, Grenache, Merlot, Riesling, Mourvèdre, Petite Sirah, Chardonnay... Decía Sandra Fernández, sommelier responsable de dirigir la cata, que “lo más sorprendente de Australia es su dinamismo, diversidad de estilos y la capacidad de integración entre tradición y modernidad”. Punto.

Iniciemos el recorrido. #1. Tempus Two Copper Wilde Chardonnay 2015 : cítrico, meloso, con agradables notas de petróleo, genial acidez y profundidad. #2. Leeuwin Estate Art Series Chardonnay 2014 : tropical, especiado, con matices salinos y ‘súper frutalidad’. #3. Angove Family Winemakers Nine Vines Grenache-Shiraz Rosé 2013 : cobrizo, repleto de bayas silvestres maduras, largo y cremoso. #4. William Randell Eden Valley Cabernet Sauvignon 2012 : elegante, estructurado, lleno de canela, tabaco y tostados. #5. Katnook Estate Odyssey Cabernet Sauvignon 2010 : placenteros aromas de ciruela negra entrelazados con destellos verdes, balsámico y avainillado. #6. Yalumba The Signature Cabernet Sauvignon-Shiraz 2013 : fresco y mentolado, con dominantes acentos de frutilla negra, mineral y aterciopelado. #7. Penfolds Max’s Shiraz-Cabernet 2015 : profundo, colmado de cerezas, licoroso y equilibrado. #8. Juguette Shiraz 2015 : fruta roja, pimienta negra, romero y tostados sutiles, con final de chocolate. #9. Peter Lehmann Stonewell Shiraz 2015 : exuberante, con delicados recuerdos de pimentón dulce, eucalipto, cuero y perfecto balance entre acidez y alcohol. Recuerde usted: “dinamismo”, “diversidad de estilos”.

“Carlos, ¿qué puede hallarse en México?”. De lo probado, más de la mitad, lo que nos habla del buen momento que vive el vino australiano en territorio nacional. Sí, atrás quedaron los días de pingüinos multicolor, canguros saltarines y cisnes negros.

El sorprendente vino australiano
El sorprendente vino australiano

—Carlos Borboa es periodista gastronómico, sommelier  y juez internacional de vinos y destilados.

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