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Visitas un restaurante por primera vez, la comida es deliciosa pero tú y yo sabemos que con una copita de vino tú sabría aún mejor, la chica que te acompaña te anima a pedir un vino, suena como una excelente ideal, excepto por el hecho de que no sabes qué hacer o cuál pedir.
No quieres arriesgarte y ponerte en esa aterradora situación, pues te tenfo noticias, ese sentimiento le pasa a muchas personas y es mucho más común de lo que piensas, mejor dicho "era" porque esta vez te traemos una guía práctica para saber cómo pedir vino en un restaurante y no morir en el intento.
Es mucho más sencillo de lo que parece, el chiste es perder el miedo y tomar en cuenta uno que otro consejo que puede echarte la mano para tomar la mejor decisión.
Nada sabe más rico que un acierto al elegir un buen vino que se acomode a todas tus necesidades y te haga disfrutar de toda la experiencia que implica el consumo de este delicioso fermentado.
Sin más introducción te dejamos estos 4 consejos para que los hagas tuyos y apliques como mejor te convenga, el objetivo aquí es perderle el miedo a la famosa carta de vinos y proceder a pedir un buen vino que acompañe tu comida favorita, en tu restaurante favorito.
1. Sin presiones
En ningún momento te sientas comprometido a pedir un vino que te está siendo recomendado por el personal del restaurante
, triste pero cierto, algunos meseros sugieren etiquetas específicas porque les dan comisiones o conviene a sus intereses, por eso es importante que después de escuchar la sugerencia del personal, pidas la carta de vinos y te cerciores de que el precio también se adecua a tus necesidades.
2. Prueba antes de elegir
Una de las mejores opciones son los vinos de copeo, así tendrás chance de probar un poco del vino antes de tomar la decisión final
, si te gusta podrás pedir la botella y si no, podrás guiarte por donde sí o por donde no, ir descartando opciones y finalmente llegar al vino indicado.
3. Uno para todos
Otra opción para esas cenas entre amigos en las que cada quien pide un platillo distinto y la mesa se convierte en un festín de alimentos, es pedir un vino de intensidad media , coméntalo con el personal del restaurante y pide asesoría para elegir la mejor opción de vino con esta intensidad que se convierta en el ideal para todos y así puedan disfrutar juntos de la experiencia sin tener que sacrificar su platillo favorito.
4. Sal de la zona de confort
Mantente abierto a probar cosas nuevas, en este caso vinos de países que comúnmente no pedirías o de uvas que no conozcas
, recuerda que el vino es una experiencia, las experiencias nuevas siempre te enseñan algo, nada puede salir mal, o te encanta o ya sabrás que no te gusta pero siempre aprendes así que a arriesgarse.
La Sommelier certificada por el Court of Masters Sommeliers , Laura Santander nos recuerda que "El vino es una experiencia, aprendizaje y diversión" , no tengas miedo de pedir vino en restaurantes o en cualquier otro lugar, verás que esta guía te echará la mano para ir conociendo más sobre tus gustos y que la tarea de pedir un vino nuevo sea mucho menos complicada.