La rivalidad es parte del deporte y en la Fórmula 1, en la que las escuderías están conformadas por duplas, el primer rival al que hay que superar es al compañero de equipo. ¿Quién es el héroe, el villano?, todo depende cómo se mire.

¿Quién entre Senna y Prost en McLaren, o entre Hamilton y Alonso en el mismo equipo años después; entre Mansell y Piquet en Williams, o más recientemente en Red Bull con Vettel y Webber?

Sin embargo, mostrarte como víctima o ponerte como medio a favor de uno nunca te deja bien. Así es como quedan tanto el piloto francés Esteban Ocon como Netflix, en el más reciente documental inglés sobre F1: Drive to Survive.

Este trabajo es una serie de 10 capítulos con las incidencias del campeonato 2018; muestra en una primera temporada la vida íntima de los equipos, con excepción de Ferrari y Mercedes.

El sexto capítulo titulado Todo o nada, presenta al equipo Force India a los pocos días de ser adquirido por el millonario Lawrence Stroll y la tensa rivalidad entre sus pilotos, Esteban Ocon y el tapatío Sergio Checo Pérez, a quien buscan dejar como villano. Más allá de rasgarnos las vestiduras, como connacionales de Pérez, con el manejo argumental de la serie, el episodio muestra a un Ocon maltratado por el destino, víctima de la falta de presupuesto y su origen humilde, que no le permite tener un asiento en el equipo en 2019.

Drive to Survive muestra a un Pérez intransigente e impotente ante la figura del francés, quien luce como un portento desperdiciado. El Checo es el piloto adinerado que respaldado por el hombre más rico del mundo trunca los sueños de infancia de su coequipero.

En el episodio, Esteban aparece en distintos momentos diciendo: “Desde niño siempre quise ser piloto”, y presenta al mexicano como uno de tantos que han pagado por estar en la Fórmula 1, frustrando a los que realmente tienen una capacidad natural.

A los productores del documental —y a Ocon—, se les olvida que sí, el dinero abre las puertas de la máxima categoría, uno de los deportes más caros del mundo. Por sus filas han pasado hijos de banqueros o empresarios, como Peter Revson, Ayrton Senna o los hermanos Rodríguez, quienes con sus recursos llegaron, pero con resultados trascendieron.

Además, esta pieza retrata el Gran Premio de Bélgica para evidenciar el talento del francés, quien clasificó tercero por delante de Pérez, solo detrás de Hamiton y Vettel. Pero no habla de que en la misma carrera, el Checo terminó quinto y el francés sexto, ni de que el tapatío logró el único podio de Force India en 2018 (GP de Azerbaiján), ni que se ubicó en octavo puesto del Campeonato de Pilotos (con 62 puntos), superando al galo (décimo segundo con 49).

El capítulo concluye con la frase: “Ocon no pudo asegurarse un lugar en las competencias de 2019”.

Nada fuera de la realidad, mientras que el Checo Pérez se encamina a su novena temporada, ahora en Racing Point.

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