Unos dos mil migrantes centroamericanos que se encontraban varados en la zona centro de Veracruz continuaron este lunes su viaje hacia la ciudad de Puebla con intención de llegar a la capital del país.

Después de un fin de semana de descanso, alimentarse y asearse, los migrantes, hombres, mujeres, niños y adultos salieron a las 06:00 horas del albergue habilitado en la “Arena Córdoba” para dirigirse hacia la autopista Veracruz-Puebla y buscar un “aventón”.

La caravana salió de San Pedro Sula, Honduras, el 12 de octubre pasado, la mayoría ha caminado desde esa fecha y cruzó a México el 19 de ese mes.

Los migrantes esperan llegar a la Ciudad de México, donde ya los esperan quienes lograron adelantarse desde el domingo.

El trayecto de 300 kilómetros a la Ciudad de México lleva seis horas y las mujeres y los niños son quienes la tienen más difícil para conseguir "aventón".

Rocael y Nancy junto con sus cuatro hijos, salieron de Guatemala con un solo objetivo, huir de la inseguridad.

Ellos son oriundos de zona 6 de Guatemala, una de las regiones más inseguras de aquel país.

La mujer de 34 años recuerda que puso una tienda para sobrevivir, pero un día, la delincuencia organizada llegó y le exigió como extorsión 20 mil Quetzales (51 mil 556 pesos mexicanos).

Como se negó a darlos comenzaron a golpear a su esposo y a su hijo de 15 años, por fortuna, llegó la Policía y eso evitó que los mataran.

Todos ellos se van agradecidos de la hospitalidad que les brindaron las familias cordobesas y de la región pues la ayuda en alimentos, ropa, bebidas y artículos de primera necesidad llegó de manera inmediata.

La alcaldesa Leticia López Landero aseguró que "el amor al hermano migrante y la generosidad de los cordobeses, hoy se ha manifestado".

Precisó que el municipio junto con la sociedad y organizaciones civiles, están brindando alimentación, ropa, atención médica, colchonetas, cobijas y un lugar seguro para descansar.

La presidenta hizo un recorrido por las instalaciones del deportivo y escuchó a algunos de los migrantes.

Entre ellos a Gloria Landaverde Rivera de 29 años, que hace tres días de forma natural trajo a un niño de tres kilos 600 gramos; por lo que la primera autoridad municipal dio instrucciones para que el Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Familiar CAIVF le brindara atención médica a ella y a su bebé.

Puntualizó que se mantendrá abierto este albergue hasta que se vaya el último migrante en su paso por la ciudad.

afcl

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