Hermosillo.— La doctora en Ecología y Biodiversidad, Reina Castro Longoria, señaló que se deben analizar las especies marinas de consumo humano en el Mar de Cortés, para garantizar su grado de inocuidad tras el derrame de ácido sulfúrico por parte de Grupo México.

La también maestra e investigadora de la Universidad de Sonora explicó que el agua marina que ingresa a la bahía guaymense tiene un tiempo de residencia de cuatro a cinco días, y una vez que transcurra este tiempo se va a exportar contaminación a mar abierto.

“Hay que valorar, hacer un seguimiento de mayor rigor porque [el derrame] no es cosa menor”, dijo la especialista, al comentar que cuando el ácido tiene contacto con el sedimento del mar hace reacción con los metales que ahí están, como pueden ser fierro, plomo, mercurio, manganeso y zinc, entre otros.

Alrededor de las 13:48 horas del 9 de julio se registró un derrame de 3 mil litros de ácido sulfúrico en el área donde se cargan barcos, y así se inició la fuga, pegada al mar, donde se alcanzaba a ver con una columna de humo blanco, denunciaron trabajadores de la Administración Portuaria de Guaymas (Apiguay).

Al respecto, la doctora Castro externó su preocupación, dijo que por la lasitud de las autoridades ante la contaminación ambiental, las empresas contaminantes se quedan en la impunidad total.

“Grupo México ha incurrido en múltiples prácticas de depredación del medio ambiente”, expuso, al referir que es un reclamo social en Sonora que se le retire la concesión a Grupo México, y citó como referencia a más de 23 mil personas afectadas en el río Sonora, a quienes no cumplió con atenderles problemas de salud ni la remediación que provocó tras el derrame de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulados y metales pesados.

Desastres ambientales. El derrame de ácido sulfúrico en el mar de Cortés se suma a una lista de al menos 14 desastres causados directamente por Grupo México, aseveró el grupo ambientalista Poder.

Por ejemplo, en 2006 unos 65 trabajadores quedaron atrapados en Pasta de Conchos por una explosión debida a la acumulación de gas metano. La mina, operada por Grupo México, tenía reportes de fallas de seguridad desde el año 2000. La empresa suspendió el rescate un año después y los cuerpos siguen sepultados.

En 2010, una ruptura en la presa de jales de la mina de plata de Bolaños, propiedad de Grupo México desde 1993, provocó que se vertieran desechos tóxicos (mercurio, plomo y arsénico) al río Bolaños en Jalisco.

Cuatro años después, la empresa Buenavista del Cobre, de Grupo México, derramó 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre en los ríos Sonora y Bacanuchi. En 2014, un tren cargado con 240 toneladas de ácido sulfúrico, del mismo grupo, se descarriló y volcó a pocos metros del río Santa Cruz, en Nogales, Sonora.

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