Tras reconocer que tenía temor de ponerse la vacuna contra el Covid-19 por los efectos secundarios que pudieran presentarse, el médico internista, Ernesto Hernández Alonso se convirtió en el primer tabasqueño en recibirla, confiando que esto ayude a evitar contagios de quienes están en la primera linea de batalla.

Este miércoles fue calificado como histórico por las autoridades estatales, ya que inició en 11 centros hospitalarios la aplicación al personal médico y de intendencia de la vacuna Pfizer en una primera donde se distribuirán más de 9 mil dosis, en espera que la próxima semana llegue otro envió y se continué con este proceso médico.

Ernesto Hernández Alonso, quien lleva 11 meses en el área Covid del hospital Juan Graham Casasús y quien salio sorteado para ser el primer en recibir esta vacuna, con el temor de algunas reacciones secundarias pero con la esperanza que sea de ayuda para todo el personal médico que ya se siente agotado pero que no se rinde.

“Todo el personal, no nada mas yo, estamos agotados física y emocionalmente porque la verdad la carga de trabajo no es no poder hacerla, sino porque los pacientes se ponen muy mal, muy graves y a pesar de todo el apoyo que les damos, pues ya no se puede atender a mucha gente por la enfermedad”, indicó.

Reconoce que aun cuando es médico y sabe que algunas vacunas provocan reacciones secundarias, si tuvo temor de aplicarse esta contra el Covid-19. “Por supuesto, por supuesto, claro siempre surge eso: me la pongo, no me la pongo, pero bueno, de igual manera estoy expuesto, pues bueno vamos a tratar de ayudar al sistema inmune a que me agreda pero no de esta forma tan agresiva con la vacuna”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el médico internista, quien ha corrido con la suerte de no contagiarse, señala que la vacuna no es la solución definitiva pero si un alivio para evitar que en caso de contagiarse su salud se ponga en riesgo. “La vacuna es una opción de tratamiento para protegernos de que no nos vaya a dar o al menos de que no nos de con tanta intensidad la enfermedad, y bueno si ya salimos, ya pasaron unas fases de estudio donde es segura y en donde las posibilidades de tener efectos adversos es bajas”, aseveró.

El médico internista, Ernesto Hernández Alonso, señaló que el personal médico esta en la libertad de aplicarse la vacuna pero espera que la mayoría lo haga, para evitar más adelante que un posible contagio ponga en riesgo sus vidas. “Están en su derecho, claro, están en su derecho. Ojalá no lo lamentemos esos que no se vacunen, se nos infecten y los ponga mal la enfermedad”.

Este miércoles, el gobernador Adán Augusto López Hernández atestiguó el inicio del Programa Nacional de Vacunación contra el COVID-19 en Tabasco, que en una primera etapa se aplicará al personal médico, de enfermería y camilleros que se encuentran en la línea de combate a la epidemia.

Luego del arribo de un primer lote de 9 mil 975 vacunas de la farmacéutica Pfizer al estado, el mandatario visitó los módulos de vacunación del Hospital Regional de Alta Especialidad "Juan Graham Casasús".

López Hernández verificó el arranque simultáneo de la jornada en los 11 centros hospitalarios Covid de Tabasco, con total apego a los protocolos de las autoridades sanitarias y con la participación del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Sector Salud Federal y Estatal, y Secretaría de Bienestar.

Acompañado por la titular de la Secretaría de Salud, Silvia Guillermina Roldán Fernández y el comandante de la 30 Zona Militar, José Fausto Torres Sánchez, el Ejecutivo Estatal señaló que si bien la vacuna ayudará a contrarrestar el avance de la epidemia, es importante que los tabasqueños no bajen la guardia y se continúe con las medidas higiénicas, de sana distancia y resguardo domiciliario.

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