Acapulco.— Restauranteros y pescadores aceleran la limpieza de las playas de la Bahía de Acapulco afectadas por el paso del huracán Otis.

Ya con agua y luz, empleados y cooperativistas recogen palapas, palmeras, mobiliario, lanchas y árboles derribados por los vientos de hasta 270 kilómetros por hora del ciclón.

“Para el pescador no hay imposibles ahorita. Tenemos que echarle ganas”, señaló Ana Luisa Santos, de la cooperativa de pescadores de Las Hamacas, mientras ayudaba a sus compañeros con el retiro de palmeras y arbolado.

Aunque las condiciones no son las mejores, debido a que en el mar hay basura, árboles y embarcaciones hundidas, los pescadores de Las Hamacas reactivaron la pesca desde el pasado miércoles.

“Ya empezamos a trabajar, a movernos, porque si nos quedamos cruzados de brazos a esperar la despensita que nos regalan, pues no. Tenemos que buscarle, tenemos que seguir adelante, ponernos de pie porque estamos de pie”, afirmó Perla Delabre, pescadora.

Eder Villegas, supervisor del restaurante Buzos, dijo que les urge abrir para poner en marcha sus cocinas y preparar alimentos para los damnificados y personal que labora para reactivar el puerto.

“Fue una pérdida total porque se nos mojaron los muebles, nosotros vendemos mariscos, toda la comida perecedera se echó a perder y ahorita ya avanzaron mucho los chavos [empleados] en la limpieza y ya se ve, nos da un poquito más de ánimo. Cada vez que limpiamos algo nos da ánimo para seguir adelante porque no nos queda de otra, tenemos que poner de nuestra mano de obra para que se vea el avance”, explicó.

Después de encabezar una reunión con su equipo, el joven aseguró que las autoridades están pasando a recolectar escombros y basura de la costera, pero es demasiada y no se dan abasto porque todos los días se sigue acumulando, derivado de que todos los negocios de la zona están concentrados en la limpieza para poder reabrir.

Eder Villegas afirmó que no tienen una fecha para reabrir la marisquería, pero lo que están tratando de hacer en este momento es habilitar sus cocinas para dar alimento a las personas que se quedaron sin nada, sus colaboradores y el personal que está ayudando a reactivar Acapulco.

“Hemos visto que vienen ayudarnos de otros estados, entonces también queremos habilitar las cocinas para brindar comidas calientes. El restaurante Buzos está agradecido con Acapulco y queremos darle algo de tanto de lo que nos ha dado”, indica.

Para Eder, la lección que dejó Otis es que la población debe tomar más en serio las alertas de huracán y capacitarse, porque cada vez están más agresivos.

Entre el silencio y la poca afluencia de personas, los hoteleros también avanzan en la limpieza de estructuras derribadas por Otis.

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