En 2017 murieron 65 periodistas en el mundo a causa de su profesión, lo que representa 18% menos que el año anterior, pero México siguió siendo uno de los países más peligrosos para los comunicadores, de acuerdo con el informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF).

El organismo señala que si se excluye a las naciones que están en guerra, nuestro país es el más peligroso para los periodistas.

En primer lugar del reporte está Siria con 12 profesionales asesinados, seguido de México con 11 casos (sin contar el asesinato de ayer del periodista Gumaro Pérez ocurrido en Veracruz); después Afganistán con nueve muertos; Irak con ocho, y Filipinas, con cuatro. “En el país de los cárteles de la droga —subraya RSF refiriéndose a México—, los periodistas que se ocupan de la corrupción de la clase política o del crimen organizado son casi sistemáticamente señalados, amenazados o incluso ejecutados a sangre fría”.

El secretario general, Christophe Deloire, denunció que “investigar en ciertos países se está haciendo tan peligroso como cubrir un conflicto”.

Del total de 65 informadores que perecieron en el ejercicio de su oficio, 60% fueron directamente asesinados, mientras que 40% fueron “víctimas colaterales” del contexto en que se movían.

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