Londres.— No fue casualidad que Karime Macías haya elegido Londres en busca de resguardo. La capital británica ha sido utilizada por fugitivos internacionales para tratar de romper con su pasado e iniciar una nueva vida en secreto.

Entre los casos más recientes de fugitivos buscados por fraude y saqueo está Nikolai Glushkov, un prominente hombre de negocios ruso que era reclamado en Moscú por ser partícipe de un complot para saquear de 122 millones de dólares de la aerolínea Aeroflot.

En marzo pasado fue hallado sin vida en una residencia en Londres. La prensa rusa reportó que el gobierno británico le había brindado asilo desde 2010.

También está el caso del sueco Emil Amir Ingmanson, arrestado en diciembre en la capital británica, por la desaparición de 80 millones de euros del Fondo de Pensión Falcon. Era perseguido por la justicia de Italia, Malta, Suecia, Noruega y del Reino Unido.

Otros han corrido con mejor fortuna y se les ha visto por las avenidas más exclusivas sin ser aprehendidos: la ex primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, quien huyó de su país para evitar pasar cinco años de prisión por un fraude de 6 mil millones de libras, fue vista en enero haciendo compras en Londres.

Al margen de los defraudadores y criminales de cuello blanco, están los capos de la mafia. Domenico Rancadore, El Profesor, antiguos jefe de la Cosa Nostra, vivió 20 años en la clandestinidad en el suburbio de Uxbridge. En 2013 fue detenido por la Policía Metropolitana. Había sido sentenciado a siete años de prisión en Italia.

En 2009, de manera inédita, la Interpol emitió un llamado para localizar a sus top 100 fugitivos internacionales: 17 estaban presuntamente escondidos en Reino Unido, cuatro concretamente en Londres.

Con más de 8 millones de habitantes, Londres es una las metrópolis más cosmopolitas y diversas del mundo, lo que permite que los extranjeros pasen inadvertidos, aun cuando exhiban un ostentoso estilo de vida.

Matty Terán, asistente ejecutiva de un despacho financiero, considera que la ciudad puede resultar atractiva para delincuentes por ser uno de los mayores centros financieros del planeta y en especial por las ventajas que ofrecen sus paraísos fiscales como las islas Guernsey y Herm, ubicadas en el Canal de la Mancha.

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