La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) tomó durante los últimos 10 meses un dinamismo diferente, debido a que fortaleció su voz para defender el federalismo y lograr una mejor distribución de recursos hacia los estados y municipios.

Lo anterior lo señaló en entrevista el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién (PAN), quien este viernes concluye su periodo de 10 meses como presidente de la Conago, cargo en el cual lo relevará su homólogo de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis.

Subrayó que durante su gestión en la Conago se impulsó la política del consenso, debido a que se tuvieron puentes para acordar y avanzar, “hoy se tiene un mejor federalismo y una coordinación estrecha con la Federación”.

“Dejo una Conago que hoy cumple con un vigoroso papel como interlocutor frente al gobierno federal, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador”.

La fortaleza de la Conago durante su periodo, dijo, se observó con dos temas en los que hubo tensión, pero se hicieron escuchar por el gobierno federal: la difusión que hizo la Federación de inasistencias de algunos gobernadores a las reuniones de seguridad que se realizan en los estados, y la adhesión de los gobiernos al naciente Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

“El primero de los temas quedó ya totalmente superado, mientras que en el segundo se sigue caminando por buen rumbo”.

—¿Cuál es el balance que se tiene durante los 10 meses que estuvo al frente de Conago?

—Hace prácticamente un año asumí la responsabilidad de presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores. Lo hice con objetivos muy puntuales: fortalecer la voz y la interlocución de las entidades federativas y defender también el federalismo enraizado en nuestra Constitución, a fin de lograr una mejor distribución de recursos y oportunidades para las y los mexicanos.

En su mayoría tuvimos acciones positivas, pero lo principal es que quedó claro lo que dice la Constitución en materia de federalismo, que está apuntalado entre las 32 entidades federativas y una coordinación con el gobierno federal.

Se trabajó desde un principio en los puntos que puse en la agenda, uno de ellos llamar a un acuerdo nacional por la concordia y la unidad del país; el segundo punto fue que entre todos, estados y Federación, contribuyéramos a ayudar a lograr el crecimiento económico, lograr la pacificación del país y, por último, el abatimiento a la corrupción.

—¿Cómo fue la relación con el gobierno federal?

—Yo llegué a la Conago cuando el gobierno federal ya llevaba casi un año en funciones. Hubo un respeto y un acuerdo institucional. Se tuvieron acuerdos personales con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y sin intermediarios, lo mismo sucedió con su gabinete económico, encabezado por Alfonso Romo; en seguridad, con Alfonso Durazo; también con el secretario de Hacienda [Arturo Herrera].

En este periodo al frente de Conago se acompañó al Presidente en lo que fue la amenaza arancelaria que tenía Estados Unidos con nuestro país; todos cerramos filas y ayudamos. Se participó en Tijuana, donde hubo discursos.

Un segundo punto importante es que se expuso que para poder crecer económicamente se necesita impulsar proyectos de infraestructura. En este sentido logré que el Presidente autorizara 32 grandes proyectos de infraestructura, uno por cada entidad, lo cual está caminando.

Se logró que en el presupuesto que se discutió el año pasado en el Congreso las aportaciones y participaciones que reciben los estados y municipios no disminuyeran en términos reales para el ejercicio 2020.

También logramos que el Presidente, el 18 diciembre pasado, dijera que sí a la unidad nacional durante la sesión del Consejo Nacional de Seguridad, ello en respuesta a la propuesta que hizo Conago sobre el acuerdo de la concordia y la paz.

Durante los 10 meses que estuve al frente de Conago me reuní prácticamente una vez al mes con el presidente López Obrador en Palacio Nacional. Él tuvo siempre un trato institucional conmigo, mostró voluntad para bajar o aterrizar las cosas, aunque en muchas ocasiones nos costó trabajo.

Al final cierro este ejercicio de Conago participando hace unos días en la Convención Nacional de Gobernadores Americanos en su sesión de invierno, en Washington, en donde ya me acompaña el gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza, quien me relevará en el cargo. Ahí vimos temas relacionados con el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

—¿Cómo ve el presidente López Obrador a los gobernadores y al federalismo?

—Él me comentó que fue parte del inicio cuando se conformó Conago, cuando era jefe de gobierno en la Ciudad de México, así que la conoce muy bien, por eso nos dice nuestro lugar de interlocución, con un respeto mutuo.

—¿Fueron obstáculo las diferencias partidistas para resolver los temas?

—No. Él es un presidente con gran popularidad, pero también por otro lado, nosotros los gobernadores hemos salido de un proceso democrático. La buena relación y el acercamiento que se tiene con él [López Obrador] se refleja en el hecho de que acepta asistir hoy sin objeción al relevo a La Paz, Baja California Sur, estado que gobierna Carlos Mendoza, quien estará al frente de Conago.

—¿En qué temas deberá seguir planteando agenda Conago?

—Se necesita consolidar la Guardia Nacional en un trabajo de coordinación entre el gobierno federal y las entidades federativas junto con los municipios. También es importante fortalecer los recursos que se destinan a las entidades para la operación de las policías estatales e investigadores. Además le hemos hecho énfasis en el fortalecimiento de los recursos para las policías municipales, esto nos ayudará a lograr que lo más pronto posible tenga nuestro país una mayor tranquilidad, paz y seguridad.

En materia de salud es importante que no se politice el tema, pues no se puede jugar con la vida de los mexicanos. Es muy respetable la decisión que tomaron algunos estados que se adhirieron al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) o también de aquellos que se coordinan. El sistema de salud se debe reconocer que es diferente en cada entidad.

En el país hay 22 estados adheridos al Insabi y los demás están buscando un traje a la medida, pero sí totalmente coordinado con el gobierno federal. En el caso de Querétaro, seguir con la administración de los servicios de salud, y si todo viene en esta coordinación y a satisfacción de los ciudadanos, el año que entra, en agosto de 2021, podríamos adherirnos.

—¿En materia económica hay alguna recomendación del presidente de Conago saliente para la Federación?

—En reuniones del gabinete económico hemos insistido en que se deben sacar los recursos públicos para la ejecución de obra pública en materia infraestructura, pues si no hay obra pública se detiene la privada. Lo importante es generar confianza en los inversionistas, tal como lo hacemos en Querétaro.

—En conclusión, ¿cómo deja la Conago?

—Yo creo que bien, se lograron muchas cosas; sin embargo, falta muchísimo trabajo, hay que seguir con esta agenda. Mi compañero Carlos Mendoza, de Baja California Sur, es un gobernador responsable, sabe de la política, de las instituciones, de la coordinación, de la institucionalidad con el Presidente de la República, pero también al mismo tiempo de la defensa del federalismo, creo que va a hacer un excelente papel, yo le deseo lo mejor.

Hice mi mayor esfuerzo para hacer un buen papel, por lo que yo creo que se tomó un dinamismo diferente a lo que se venía haciendo o de lo que había sido la Conago, dándoles juego a las comisiones, por eso yo me voy satisfecho y quedo al frente como lo venía haciendo antes, como presidente de la Comisión de Hacienda. Ahora mi papel será acompañar al gobernador Mendoza.

Bajo mi liderazgo, la Conago impulsó la política del consenso, debido a que se tuvieron puentes para acordar y avanzar. Dejo una Conago que cumple con un vigoroso papel como interlocutor frente al gobierno federal, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.

—¿Es muy difícil tomar acuerdos entre los gobernadores debido a que militan en diferentes partidos políticos?

—En ocasiones sí, pero cuando se trata de que haya una coordinación, tenemos una gran comunicación debido a que hacemos política, lo que nos permite llegar a acuerdos.

—Ese tema, el de la seguridad, ¿fue lo que provocó mayor tensión con el gobierno federal durante su periodo como presidente de Conago?

—Yo creo que fueron dos temas, seguridad y también el inicio o el nacimiento del Insabi. El primero de los temas quedó superado, mientras que en el segundo se sigue caminando por buen rumbo.

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