Rodrigo Ibarra

es un futbolista de 28 años que en diciembre de 2019 llegó a Dalián, China, para probar suerte en la liga de futbol profesional de ese país, deseo que fue truncado por la .

“Decidí ir a China para probar suerte en su liga de futbol, porque en México no tengo las posibilidades que yo quisiera. Ya había conseguido el contacto de una persona para irme a probar a un club en Dalián, lamentablemente la situación que viví por el brote de coronavirus fue un caos”, comentó Rodrigo Ibarra, originario de Cancún, Quintana Roo, en entrevista telefónica con EL UNIVERSAL.

Debido a la crisis sanitaria que se vive en China a causa del coronavirus, el joven se vio obligado a permanecer encerrado en su habitación, hasta que pudo dejar el país asiático.

“El problema estaba creciendo, la gente ya estaba tomando muchas medidas de precaución. Tenían cubre bocas puestos, como yo vivía en un sexto piso de un departamento, tenía vista hacía la calle y se encontraba completamente vacía. El sistema de salud puso en cuarentena a varias ciudades y mi primer pensamiento fue:

tengo que salir de aquí. Los últimos días me la pasé encerrado en mi habitación”, relató.

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Rodrigo pudo conseguir un vuelo directo a Osaka, Japón. “Cuando llegué al aeropuerto de Dalián para poder trasladarme a Osaka me hicieron pruebas médicas, tenía que contestar un cuestionario y me pasaron un radar térmico por todo el cuerpo. Si las personas no pasaban las pruebas, la gente de salubridad consideraba que no estabas sano y te ponían directamente en cuarentena”.

Para fortuna del cancunense, aprobó las pruebas médicas, e incluso ya contaba con un plan para poder regresar a México vía Estados Unidos, pero fue entonces cuando el gobierno de Washington prohibió la entrada a todas las personas procedentes de China. Rodrigo se comunicó con la embajada mexicana en Tokio, que lo apoyó con 300 dólares pero no le facilitó el retorno al país, como él esperaba.

Mientras tanto, en México, su mamá compartió su historia por redes sociales y fue cuando la Comisión del Deporte del Congreso de Quintana Roo se involucró en su caso y le ayudó a volver a territorio nacional. "Sentí una sensación de tranquilidad y alivio, me sentí sano y salvo”, aseguró.

Ahora, Rodrigo planea seguir buscando un acomodo en algún club deportivo. Sobre su fallida experiencia en China dice: “Fue una situación que se salió de control y que no estaba en mis manos, y ni modo, a sacudirse el polvo y a seguir adelante”.

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afcl

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