Guadalajara.— El 22 de agosto es un día como cualquier otro para los bomberos, y aunque en esta fecha se conmemora la creación del primer cuerpo de esta corporación del país, surgido en 1873 en el puerto de Veracruz, para ellos es un día más de trabajo.

“Cada año festejamos el Día Nacional de Bombero, pero es otro día de trabajo, como las navidades o el año nuevo, a casi todos nos toca trabajar, estamos en servicio y lo hacemos con gusto”, dice Arturo García Pulido, bombero de Jalisco con 26 años de experiencia y una de las cinco personas que integran la representación de México en el Equipo de las Naciones Unidas de Evaluación y Coordinación en Casos de Desastres (UNDAC).

García Pulido tiene un concepto del servicio público que se forjó a lo largo de su carrera, haciendo frente a riesgos que, incluso, han estado a punto de costarle la vida: “Lo más importante es tener la vocación de servicio, de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, eso hace un bombero y ese es el principal elemento que debemos tener los servidores públicos”.

En 1994, cuando tenía 18 años, con gusto por las aventuras fuertes y la necesidad de trabajo, se acercó a los bomberos de Guadalajara, donde logró conseguir un empleo que lo obligó a aprender rápidamente.

“Fui evolucionando y me di cuenta que si ayudas a los demás, ayudas a disminuir la tristeza y el sufrimiento humano; como bomberos nos enfrentamos a situaciones dramáticas en las que se pierden vidas y a pesar de que te tienes que mantener frío y conservar la calma, eso de alguna forma aligera la carga de los demás.

“A pesar de que dejas atrás a tu familia para salir a enfrentar desastres, como huracanes o terremotos, no hay mejor recompensa que saber que ayudaste”, dice.

“Festejamos nuestro día con más trabajo”, dice bombero
“Festejamos nuestro día con más trabajo”, dice bombero

“Fue un terremoto 7.0 que afecta la capital del país y nada de las expectativas que teníamos se comparan con la realidad de la destrucción que ahí se vivió; las imágenes, las vivencias y la cantidad de personas afectadas me dejaron mucho aprendizaje”, recuerda. Y tal vez por su convicción de no esperar nada a cambio se le abrieron otras puertas.

“Estando ahí, un poco por suerte y por mi manejo del inglés, me tocó trabajar una noche en el Centro de Coordinación de Operaciones en terreno de las Naciones Unidas y unos meses después recibí una invitación de la institución, a través del gobierno federal, para participar en un curso de formación en Panamá; logré pasar el curso y desde entonces formo parte del UNDAC”, cuenta.

Con este equipo internacional de trabajo ha participado en dos misiones: en el terremoto de Ecuador, en 2016, y en las inundaciones en Paraguay, en el año 2019.

Actualmente está a cargo de la Base Regional de Puerto Vallarta en la costa norte de Jalisco, donde trabajan 18 oficiales; de ser un bombero urbano por 20 años en Guadalajara, al cambiar a la Unidad Estatal de Protección Civil tuvo que abrir su campo de acción y seguir aprendiendo.

“¿Y al bombero quien lo cuida?”, se le pregunta. “Es importante la camaradería entre nosotros para cuidarnos y el apoyo de los mandos porque este no es un trabajo individual, es importante tener garantías para los tuyos en caso de que faltes”, contesta.

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