Cuernavaca.— Compartieron el mismo piso para pacientes Covid-19 en el Hospital Regional 1 del IMSS, en esta ciudad. Primero ingresó él y días después le siguió ella: su esposa. Los dos con residencia en la colonia Lomas de Cuernavaca; ambos se contagiaron en la calle.

De cama a cama sólo podían enviarse señas, sin acercamiento alguno. Él comenzó a sentir mejoría y cuando logró caminar visitaba el espacio de su esposa, pero no podía hablarle ni darle ánimos, entonces le escribió cartas que envió con ayuda del personal de enfermería.

El esposo pidió a las enfermeras que llamaran a su hijo para que le llevara el libro El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Marquez. Así lo hicieron y ese mismo día el muchacho entregó a Trabajo Social algunas cartas y el texto, que llegó a las manos de su madre.

Ese fue un caso que cimbró las emociones del personal médico y de Trabajo Social, recuerda María de los Ángeles Sánchez, trabajadora social, quien colaboró con la idea de pedir cartas a los familiares de los pacientes con Covid-19 para animarlos.

En marzo pasado, cuando comenzaron a recibir los primeros pacientes con el coronavirus, instalaron un buzón en el primer piso y, mediante llamadas a los familiares de los enfermos, les pidieron escribir cartas para sus seres queridos.

Desde entonces reciben cientos de mensajes escritos que suben a los pisos nueve y 10 del hospital.

Hay misivas cuyos remitentes son los pacientes y muchos de ellos, dice María de los Ángeles, son mensajes del último adiós, el despido definitivo con sus familiares.

“Nos han tocado cartas muy emotivas, que sacan las lágrimas, porque los mensajes son de pacientes que desgraciadamente no sobrevivieron, pero alcanzaron a despedirse de su familia por ese medio (…) En sus escritos expresaban que estaban tranquilos, que se sentían mal. Muchos escribieron con ayuda del personal de enfermería”, relata.

Con puño y letra

Hasta ayer, la Secretaría de Salud en Morelos confirmó 3 mil 533 casos acumulados de Covid-19, 158 activos y 662 sospechosos, así como 770 defunciones.

Egresada como técnica en Trabajo Social, María de los Ángeles dice que las cartas fueron un recurso puesto en marcha porque muchos de los pacientes no tienen redes sociales ni teléfonos móviles para mantenerse cerca de sus familias.

“Muchos no tienen celulares, tampoco redes. A otros no se les permite el acceso del teléfono, porque al momento de su alta todo se debe desechar, pero hay una enfermera y una doctora que ingresan sus teléfonos al área Covid-19 con bolsitas para hacer las videollamadas entre pacientes y familiares”, narra.

Para que las cartas lleguen a sus destinatarios, éstas deben se depositadas en el buzón. El único requisito es ponerlas en una bolsa plástica transparente, rotuladas con el nombre del paciente y número de cama.

“Hay pacientes que reciben entre cinco y siete cartas diarias y cuando leen los mensajes muchos se motivan, otros dejan escapar lágrimas, pero la idea es ayudarlos”, cuenta.

Aliento

Julieta Menchaca Oliver también es trabajadora social del IMSS y recuerda que la idea de las cartas respondió a problemáticas de trastornos como ansiedad, depresión y estrés entre los pacientes. Las letras son aliento para las personas durante su hospitalización.

La respuesta ha sido positiva por parte de los familiares, dijo, porque ellos mismos piden apoyo del personal de Trabajo Social para escribir algunas líneas para sus pacientes.

Marisol, una de las cientos de personas que dejan su carta en el buzón, explica que desde el momento que le pidieron un mensaje para su papá le agradó la idea, porque está segura de que así ya no se siente tan solo.

“Desconozco quién lee los mensajes que dejo cada tercer día para mi padre, pero agradezco a todo aquel que da voz a esas letras que escribe la familia, porque la realidad es que estamos con él”, señala.

Ahora que su papá está hospitalizado comprende más lo referente al Covid-19 y en su familia acatan las recomendaciones del equipo médico y de enfermería. Al contar su historia, Marisol agradece al personal de diferentes categorías del IMSS.

Por su parte, la trabajadora social Mariana Plata, adscrita también al IMSS Cuernavaca Número 1, considera que esta estrategia es positiva para los pacientes, ya que se les ve más tranquilos y motivados para superar la enfermedad.

Con más de 18 años de servicio compartió que desde el ingreso de los enfermos por el área de Urgencias se les explica a los familiares que existe la posibilidad de establecer este puente de comunicación.

“Hay pacientes que reciben de cinco a 10 cartas al día y esto es válido. Siempre tratamos de que todo lo que un familiar trae para su paciente sea leído o entregado en sus manos y esto incluye lentes, libros, biblias, etcétera. Lo único que no está permitido son celulares”, dice.

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