En medio del dolor y coraje, policías y familiares velan el cuerpo de Arbey Berlaine Rosales Reyes, uno de los oficiales quien falleció el pasado viernes, durante el fallido desalojo de la carretera San Cristóbal-Comitán, que mantenían tomada indígenas tzotziles de la comunidad El Aguaje.

Arbey Berlaine, de 26 años, se graduó como licenciado en Economía de la facultad de Ciencia Sociales, de la Universodad Autónoma de Chiapas (UNACH) y deja en la orfandad a un niño de tres años. Además, tres de sus hermanos que dependían económicamente de él.

Su madre no podrá asistir al entierro, que será este domingo en el panteón municipal, debido a que vive en Estados Unidos de manera irregular. Sólo le acompañarán sus tías, hermanos, amigos y policías de los tres órganos de gobierno, quienes piden castigo contra los responsables de la emboscada, puesto que fueron enviados desarmados y sin protección.

Con tristeza, Blanca Rosales, tía del policía fallecido, recordó que cuando Arbey terminó la carrera de Economía, ante la falta de empleo se enlistó en la Policía Municipal de esta localidad, hace dos años, con un sueldo de 2 mil 500 pesos quincenales.

Los restos de Martín Jiménez Vázquez, el agente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), quien también murió en el ataque, fueron llevados al municipio de Villaflores, de donde era originario.

El pasado viernes, dos agentes murieron y 28 más fueron lesionados, algunos por impactos de bala, durante un fallido desalojo a la vía San Cristóbal-Comitán.

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