Quien acumula enemistades, nos aseguran, es el gobernador de Chihuahua, Javier Corral (PAN), una vez que algunos funcionarios de la entidad quedaran sentidos por no haber sido incluidos en la gira del embajador estadounidense Christopher Landau por el estado. Los que hicieron berrinche y manifestaron su descontento, nos cuentan, fueron el senador Cruz Pérez (Morena) y la alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos (PAN), aunque no es un secreto que el primero tiene una pésima relación con Corral desde que ambos eran albiazules y que la segunda ha sido señalada por el góber como una de las beneficiarias de la caja chica de César Duarte (PRI). Pero esto no es todo, nos revelan, pues entre los gobernadores de la llamada Alianza Federalista –que integra mandatarios de 10 entidades–, también se levantó más de una ceja en su contra, una vez que don Javier se deslindara de un comunicado conjunto en el que se exigía la renuncia del subsecretario de Salud federal, Hugo López-Gatell.

Yunes... ¿la mano que mece la cuna?

Hablando de recelos, nos narran que el PAN veracruzano vive un momento de tensión, luego de que ocho de sus diputados locales se aliaran con Morena para avalar la designación de seis magistrados, por lo que ahora la dirigencia estatal de ese partido, encabezada por Joaquín Guzmán, ha iniciado procesos de sanción contra los legisladores, todos ellos afines al exgobernador Miguel Ángel Yunes. Pero justamente aquí viene el detalle, nos confían, pues en los pasillos del cuarto de guerra panista se comenta que la conflictiva alianza tiene de fondo el intento de Yunes por congraciarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien en el pasado llamó loco, pero que hoy sería el único que podría salvarlo de la “guillotina”, por los señalamientos e irregularidades que acumuló en su corta gestión.

Secretario estatal siente pasos en la azotea

Nos cuentan que en La Paz, BCS, el secretario de Finanzas, Isidro Jordán Moyro, sudó la gota gorda una vez que el auditor del Congreso local, Julián Galindo, promoviera un juicio político en su contra por no reconocer su figura jurídica y retener recursos por esta razón. El tema, nos detallan, es que bajo el alegato de que en el Legislativo existen dos mesas directivas, de morenistas y opositores que “se pelean” las riendas del Congreso, don Isidro acudió a la Suprema Corte para que le concedieran la suspensión del juicio político, lo cual le resultó a su favor y le dio un respiro, porque confiado en su amistad con el gobernador Carlos Mendoza (PAN), da casi por hecho que en las próximas elecciones locales, él podría ser candidato a gobernador. En el tendedero de las aspiraciones, ninguna está sujeta ni con pinzas.

Se agarraron de “piñata” al edil

Quien resultó de piel sensible, nos dicen, fue el polémico edil de Culiacán, Sinaloa, Jesús Estrada Ferreiro (Morena), luego de que reclamara burla y “falta de respeto a la autoridad”, ante una manifestación de comerciantes del Centro Histórico y del tianguis de la ciudad, quienes para exigir que se les permita poner sus puestos en las calles de la capital, como se les había prometido, utilizaron una piñata con la figura del morenista, que pasearon y balancearon de un lado a otro como signo de su molestia. ¡No fuera él lanzando comentarios misóginos o denigrantes!, se escuchó por ahí.

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