, quien apareció en un video siendo torturada por elementos del Ejército y de la Policía Federal , exige a las autoridades que se repare el daño que le causaron ya que pasó por un delito que no cometió.

El 4 de febrero de 2015 , Elvira Santibáñez de 21 años en aquel entonces, fue torturada por integrantes del Ejército y de la Policía Federal, en Ajuchitlán del Progreso en Guerrero.

De este hecho circuló un video en el que se observa a la mujer que está amarrada, como la golpean y le ponen una bolsa en la cabeza.

“Pinche vieja dramática

, si estabas respirando hija de tu puta madre, te digo que eres la mamada”, le dice una mujer, al parecer del Ejército.

Aquel día, Evira fue torturada en varias ocasiones, ya que la querían obligar a que declarara que era parte de una banda de secuestradores con vínculos con La Familia Michoacana y como no pudieron, le sembraron armas para encarcelarla.

Por lo anterior, estuvo presa cuatro años y salió en libertad porque no se pudo comprobar que las armas eran suyas.

Elvira cuenta para el noticiero de Ciro Gómez Leyva en Imagen Televisión, que la sacaron de su domicilio por la mañana y que luego la llevaron a un cuartel del Ejército, donde la torturaron.

Indicó que los militares y policías la querían incriminar porque era sexoservidora . “Es que no porque trabaje en eso yo debo de saber, yo no les pregunto sus nombres, a qué se dedican, de dónde vienen, o sea, mi trabajo es mi trabajo y hasta ahí”.

Disculpas del Ejército y Policía Federal no sirvieron de nada

El video se hizo público el 14 de abril de 2016 . Para ese entonces, Elvira llevaba presa un año dos meses por un delito que no cometió; agradeció que un militar “de buen corazón” entregó el video de su tortura.

Dos días después de darse a conocer el material, el Ejército respondió. El general Salvador Cienfuegos , titular de la Sedena en aquel momento, ofreció una disculpa pública en una ceremonia realizada en el Campo Militar Marte.

“En nombre de todos los que integramos esta gran institución nacional, ofrezco una sentida disculpa a toda la sociedad agraviada, por este inadmisible evento”, indicó el general.

A esta disculpa también se sumó la de Renato Sales , en aquel entonces titular de la Policía Federal. Sin embargo, Elvira siguió presa tres años más.

“De qué me servían las disculpas, si yo seguía presa”.

“El miedo me quedo”

Tras salir de prisión, fue reconocida como víctima por la Comisión de Víctimas y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación para la reparación de daños por la tortura, pero no ha sido cumplida y ahora ella vive desplazada de su comunidad, en pobreza extrema y tratando de sacar adelante a sus dos hijos.

“El miedo me quedo”

, dice Elvira entre lágrimas, “el miedo de que me hagan algo, de alguna represalia”.

“Qué ya se repare el daño si se va a reparar, ya pasó mucho tiempo, quiero que se limpie mi nombre , jamás fui procesada por secuestro o delincuencia, jamás”.

rdmd

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