Seis agentes de la Guardia Nacional fueron detenidos por la Fiscalía General de la República (FGR) por su presunta participación en el ataque en el que perdió la vida Jessica Silva y su esposo, Jaime Torres, resultó herido cuando regresaban de una protesta en la presa La Boquilla, en septiembre pasado.

La corporación, al mando del general retirado Luis Rodríguez Bucio, informó ayer que, tras una investigación de la FGR sobre los hechos en el municipio de Delicias, Chihuahua, se encontraron elementos que hacen suponer la culpabilidad de algunos elementos de la Guardia.

Por ello, “se cumplimentaron seis órdenes de aprehensión contra el personal involucrado”, que fue puesto a disposición de un juez de Distrito de Chihuahua por los delitos contra la administración de justicia, homicidio calificado y tentativa de homicidio.

Días después del ataque, la Guardia Nacional aseguró que se había tratado de una agresión a su personal en La Boquilla, presa tomada a la fecha por campesinos que se oponen a la extracción de agua, la cual repelieron.

“Con relación a la agresión ocurrida al personal de la GN (...), fueron detenidas tres personas que portaban granadas de gas lacrimógeno y un cargador para arma de fuego.

“Al trasladarlos para su puesta a disposición en la ciudad de Delicias, Chihuahua, nuestros elementos fueron interceptados por civiles armados en varios vehículos, quienes los agredieron con armas de fuego”, refirió.

Se añadió en su momento que la Guardia Nacional repelió la agresión y que, al hacer el reconocimiento del lugar, encontraron un auto en el que había una persona sin vida y otra herida.

El 10 de septiembre, la corporación puso a disposición de la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua a 17 de sus elementos para esclarecer el ataque.

No obstante, el comandante Luis Rodríguez Bucio determinó el 18 de septiembre pasado que lo ocurrido a Jessica Silva y a su esposo, Jaime Torres, se había tratado de “un desgraciado, lamentable accidente”.

Se pronuncian los LeBarón

En un comunicado, Adrián, Bryan y Julián LeBarón fijaron su postura sobre la aprehensión de los elementos de la GN.

Señalaron que deben pagar por el crimen no sólo los agentes, sino también los que ordenaron los operativos, pues al final son “chivos expiatorios de la responsabilidad de sus superiores”.

Asimismo, refirieron que se confirma “el papel de victimario” del Estado y el uso de la fuerza de éste para reprimir protestas sociales legítimas.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses