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Tras lamentar la muerte de seis personas por los efectos de la tormenta tropical Lidia, el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que Baja California Sur está de pie y anunció un plan de ayuda que contempla acciones de empleo temporal, reubicación de familias en zonas de alto riesgo y opciones de vivienda.

Al concluir una reunión de evaluación en las instalaciones del Aeropuerto Internacional de Los Cabos, informó qué hay 30 mil afectados en la entidad, además de que 14 mil personas abandonaron sus hogares, de éstas, 7 mil están en albergues o en casas de familiares o amigos.

En la reunión de evaluación, el Presidente estuvo acompañado de su esposa, la señora Angélica Rivera, y los titulares de Gobernación, Sedena, Marina, Sedesol, Sedatu, Medio Ambiente, Turismo, Educación, SRE, CFE, Conagua y Protección Civil.

Tras expresar su solidaridad para el pueblo sudcaliforniano, Peña Nieto dijo que a tres años del huracán Odile, la entidad enfrenta el impacto de otro fenómeno natural. Hizo notar que en 24 horas Baja California Sur recibió la lluvia equivalente a la que caería durante tres años. No obstante, hay 51% de ocupación hotelera con 20 mil turistas, el lunes reiniciarán las clases y en breve se restablecerán los servicios de energía eléctrica y agua potable.

Dijo que debido a la buena coordinación entre los tres órdenes de gobierno, a través de sus órganos de protección civil, y poniendo en marcha el Plan MX, se pudo actuar de manera preventiva, más que reactiva: “Ese es quizá el paso cualitativo más importante que hayamos tenido en los últimos años: el poder articular esfuerzos para actuar, repito, de manera preventiva y no sólo reactiva.

“No cuando sea necesario atender los efectos y las consecuencias de la fuerza de la naturaleza, sino advirtiendo la presencia de un fenómeno de manera oportuna, podamos alertar a la población.

“Qué hogares se perdieron. Muchos de éstos fue porque se encontraban en lugares irregulares, algunos en zonas invadidas y otros en zonas de alto riesgo. Auténticamente en las orillas, prácticamente de los cauces del río y, en otros, eventualmente invadiendo el cauce natural de algunos arroyos”.

Agregó: “Lo primero que he instruido, a partir de este hecho, es dar atención al problema de fondo que ha dejado este fenómeno; encontrar un mecanismo para que trabajadores formales, que son quienes viven en estas viviendas irregulares, teniendo derecho a un crédito del Infonavit u otro medio, puedan tener acceso a una vivienda mucho más digna, sea alquilada o sea adquirida”.

El problema más crítico, dijo, fue la alteración y daños generados a la infraestructura de comunicaciones. Señaló que se trata de una red carretera que quedó lastimada y que hoy, en los puntos donde hubo afectaciones, ya la Secretaría de Comunicaciones y Transportes está trabajando para lograr su reconexión.

En su mensaje reconoció la labor de las Fuerzas Armadas y de la Policía Federal para, en coordinación con las autoridades locales y protección civil, realizar labores de auxilio a la población afectada.

“El suministro de energía eléctrica que quedó colapsado en más de 50% de la población usuaria, y hoy se ha logrado restablecer el servicio en 85%. Y esperamos y estimamos que, de aquí al lunes, este servicio esté restablecido en 97%”, detalló.

Posteriormente, el Presidente recorrió algunos de los puntos afectados como el puente que cruza el arroyo Santa Anita que se rompió por la fuerza del agua, y después un albergue ubicado en la escuela Encarnación Cosío Avilés en la colonia Vista Hermosa. Algunas reclamaron la falta de atención de las autoridades o le exigieron que cumpliera con las acciones de apoyo que comprometió.

El Presidente les dijo: “Se hará, está grabado”, señalando hacia cámaras y micrófonos.

Ahí, ante personas afectadas que le manifestaron su malestar por haber perdido su vivienda y los bajos salarios en la zona que no les permiten acceder a créditos para comprar casa, Peña Nieto les ofreció la atención de la Sedatu e Infonavit.

En este marco, el gobernador Carlos Mendoza Davis confirmó la muerte de seis personas, cinco en Los Cabos y una en Loreto; aceptó que la tragedia podría haber sido peor si no se hubiera actuado responsablemente.

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