Reynosa.— Con apenas 10 años, Carmen Elena ha tenido que caminar durante días, ha pasado hambre, frío y se ha enfermado durante el largo trayecto desde El Salvador hasta Reynosa, pero lo peor es que ha vivido el terror de que un hombre intentó violarla.

Esta niña de grandes ojos cafés logró salvarse de ser abusada sexualmente, pero no fue así con otras 20 que habitan en el campamento de la Plaza de la República, quienes, por temor, declinaron a interponer una denuncia por abuso.

Al llegar al campamento, las niñas contaron lo sucedido a los adultos, por lo que se extendió la alerta de que un sujeto alto vestido con pantalón de mezclilla y camisa blanca, autor del intento de abuso de las menores de edad.

“Mi mamá me reprendió mucho, también lloró porque el hombre ese me tocó. Yo sabía que no debía alejarme, porque nos han contado que a otras niñas les han hecho cosas, las lastiman, pero yo pensaba en traer la comida para mi mamá y mi hermano. Se siente muy mal que te toquen así; es muy sucio y si vuelvo a ver al hombre, puedo saber quién es; lo recuerdo muy claro”, afirma la menor.

Depredadores "cazan" a niñas migrantes en Reynosa
Depredadores "cazan" a niñas migrantes en Reynosa

Vulnerables

Claudia Romero, directora del colectivo Ayuda Humanitaria Reynosa, asegura que el gran problema de los niños migrantes hacinados en Plaza de la República es que no se respetan sus derechos humanos y lo peor es que los adultos con los que viajan no interponen una denuncia por temor a que les quiten la custodia.

Esta asociación tiene conocimiento de al menos 20 casos de menores violadas, de aproximadamente 800 que habitan en el campamento, los cuales se han detectado cuando los activistas acuden a realizar revisiones, entregar alimentos y ropa, y han podido conversar con las familias.

“Son aproximadamente 800 los menores que se encuentran en la Plaza de la República y sabemos de 20 que han padecido violaciones físicas,  abusos, desprendimiento de la familia, daño sicológico. La situación que están viviendo va a ser irreparable para el resto de su vida.

“Necesitamos que las autoridades realmente hagan valer los derechos humanos de estos niños y les den un lugar digno, mientras pasan a Estados Unidos o regresan a su país de origen”, indica la activista.

Romero lamenta que el Instituto Nacional de Migración (INM) argumente que no les compete atender a las niñas y niños que han sido abusados, mientras que el DIF asegura que no tiene presupuesto.

La directora del colectivo detalla que la gran mayoría  de los menores migrantes no están viajando con sus familias, pues en ocasiones son utilizados por adultos para lograr su estancia legal en Estados Unidos.

Las autoridades

Carlos Peña Ortiz (Morena), alcalde de Reynosa, asegura que tiene conocimiento de los casos de violaciones que ha habido dentro de la Plaza de la República, por lo que se deben aplicar medidas extremas para evitar que se siga dañando física y emocionalmente a los niños migrantes.

“Mover a los migrantes es algo que se debe discutir con el INM, es algo a lo que le voy a dar mucha atención en estos primeros días de mi gobierno, es una problemática que ya está afectando a todos los reynosenses, pues no hay capacidad en este momento con la cantidad de migrantes”, indica el munícipe morenista.

Peña Ortiz afirma que el Sistema DIF Reynosa estará atendiendo estos casos, pero que también se buscará un cambio en la política migratoria que está aplicando Estados Unidos. Por su parte, Ricardo Rodríguez Martínez,  delegado de la Secretaría de Gobernación en Tamaulipas, asegura que a nivel Federación están conscientes  de esta problemática, por lo que permanecen atentos para garantizar la seguridad de los menores.

“Sabemos que son problemas que se pueden presentar; hay que estar muy atentos y tener una permanente interlocución con los gobiernos estatal y municipal para evitar que gente quiera sorprender de esa manera en esos delitos y, por otro lado, atender el tema de salubridad, sobre todo en pandemia que puede ocasionar una crisis”.

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