Coahuila

.- Policías federales intentaron entrar a la fuerza a la Casa del Migrante , ubicada al sur de Saltillo, para detener a cuatro centroamericanos que acababan de llegar y a todos los indocumentados que residen ahí, además que amenazaron al encargado, José Luis Manzo, con pedir refuerzos si no los dejaba pasar.

Alberto Xicoténcatl Carrasco, director de este refugio, ubicado en la calle Juan de Erbaez 2406, colonia Landín, dijo que cuatro federales, quienes iban a bordo de la patrulla número 7250, cometieron abuso de autoridad al detener a los migrantes hondureños.

Señaló que los uniformados tenían agarrados a los extranjeros frente al portón y se los querían llevar arrestados, pese a que no cometieron ningún delito.

En tanto, cuando el encargado del lugar salió y pidió que los liberaran, lo amenazaron con pedir refuerzos de sus compañeros y sitiar el refugio para ingresar a revisar la documentación de los extranjeros y asegurar a quienes no tenían papeles.

"Te estás metiendo en un problema"

, le advirtieron los agentes a José Luis Manzo, quienes terminaron por liberar a los migrantes.

"No sabemos si los venían siguiendo o estuvieron acechando y esperaron a sorprenderlos cuando llegaron, pero ha habido casos similares en Reynosa, Tamaulipas, Tijuana, Baja California, Nogales, Sonora y otros lugares del país donde hay casas de migrantes . La policía viola los derechos de extranjeros porque la Ley de Migración prohíbe a las autoridades acercarse a los albergues de inmigrantes en un área de cinco kilómetros a la redonda", señaló.

Xicohténcatl Carrasco dijo que le gustaría solicitar al presidente Andrés Manuel López Obrador que se capacite a los policías federales, pues “no conocen la ley”. Esto, para que no se cometan atropellos y que el discurso de trato humanitario sea concurrente con la política migratoria, ya que “dice una cosa y las autoridades hacen otra”.

Señaló que persiguen y acorralan a los extranjeros que van de paso por México con la esperanza de conseguir asilo y trabajo en Estados Unidos.

Añadió que estos hechos en los que se intentó detener a los extranjeros se dieron a conocer a Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación; que también contactó al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo; y al director de Derechos Humanos de la Policía Federal, indicó.

Por la tarde, el primer visitador de la Comisión estatal de los Derechos Humanos acudió al albergue y dijo que indagarán los hechos para proceder en el ámbito de su competencia.

La Casa del Migrante de Saltillo , auspiciada por la iglesia católica, hospeda un promedio de 80 extranjeros de todas las edades. En promedio, 6 mil personas al año, a quienes se les da comida y lo necesario para que se bañen; se les presta una cama donde descansar mientras reanudan su camino para llegar "al otro lado".

etp

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