Juxtlahuaca.— De las 7 mil 878 personas que combaten los incendios forestales en esta temporada en el estado, según la Comisión Nacional Forestal (Conafor), 80% (6 mil 338) son comuneros que voluntariamente ponen en riesgo su vida para salvar a sus familias, así como la flora y la fauna de los territorios afectados.

El resto, mil 540, pertenecen a las brigadas rurales de manejo del fuego, autoridades municipales, Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional (GN), Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Protección Civil y Comisión Estatal Forestal de Oaxaca (Coesfo).

“Los incendios de los últimos años han sido más peligrosos por el aumento de las temperaturas con el cambio climático. El comportamiento del fuego cada vez es más errático, los vientos son más intensos, el cambio de la temperatura ha sido significativo y más impredecible y entonces hay que lidiar con todo”, explica Emilio Rosas Osorio, de la Conafor, quien lleva combatiendo el fuego 22 años.

“A veces resulta difícil porque hay que ausentarse de los compromisos de la familia para cumplir con la responsabilidad; un incendio nunca nos va a avisar ni nos va a decir que se va a programar tal día, sólo se presenta y hay que atenderlo a la hora y día que sea”, asevera.

Emilio Rosas afirma que para combatir el fuego y disminuir sus afectaciones en los bosques, es fundamental la participación de brigadistas voluntarios, principalmente de los comuneros, a pesar de que se trata de un trabajo de alto riesgo.

“Creo que es la base de todo, ellos están al pendiente de sus recursos. Cuando tienen un incendio, pues son los primeros responsables que se organizan y le dan atención al siniestro; si todo el trabajo lo hicieran las dependencias, no se podría”, reconoce.

Señala que entre los incendios más complicados que ha atendido en este año están los de Tlapancingo, en la Mixteca de Oaxaca, debido a la topografía accidentada del lugar, además de los siniestros de Santa María y San Miguel Chimalapas, en la región del Istmo de Tehuantepec.

Labor heroica

“El incendio de San Francisco Tlapancingo duró siete días; un día nos quedamos sin víveres, tuvimos que bajar al pueblo porque además ya estábamos muy cansados. Habíamos caminado un día para llegar al lugar de las llamas”, narra Joaquín Daniel de la Cruz Morena, jefe de una Brigada Rural de Manejo del Fuego en la región Mixteca.

Joaquín de la Cruz es uno de los jefes de las 16 brigadas rurales de manejo del fuego con las que cuenta la entidad; el trabajo del combatiente, dice, es bastante complicado, sobre todo en zonas de difícil acceso.

En especial, recuerda el distrito de Silacayoápam, también en la Mixteca, uno de los que le ha tocado atender en los dos años que lleva de brigadista.

“Estar en un terreno desconocido donde tenemos que caminar hasta un día para llegar al incendio y que a medio siniestro se nos agoten los víveres, pues sí la hemos visto complicada”, dice.

Cuando la voluntad sopla más fuerte que el fuego
Cuando la voluntad sopla más fuerte que el fuego

Faltan brigadistas

La Comisión Estatal Forestal de Oaxaca (Coesfo) cuenta con 13 brigadas en el estado y 145 combatientes, cifra que no ha sido suficiente para salvar los bosques del insaciable fuego.

Los municipios más afectados en lo que va del año, detalla la comisión estatal, son San Francisco Tlapancingo y Santiago Juxtlahuaca, en la región Mixteca; Santa Ana Tlapacoyan, en Valles Centrales; San Miguel, Santa María Chimalapa y Santo Domingo Zanatepec, en el Istmo de Tehuantepec.

“Esperemos que podamos continuar con esta cantidad de brigadas y brigadistas, dado que nos encontramos en temporada crítica aún; han ido en aumento los incendios por las ondas de calor, la verdad es que se requiere de un esfuerzo continuo de los combatientes”, comparte el director general de la Coesfo, Aarón Juárez Cruz.

A pesar de las necesidades de la entidad, el titular de la comisión reconoce que el número de brigadistas en funciones depende de las asignaciones presupuestales del Congreso de Oaxaca y de la administración pública federal.

“El presupuesto se podría decir que ha disminuido, ha sido un tanto más el esfuerzo que han realizado los muchachos.

“El año pasado sí fue complicado presupuestalmente por la pandemia por Covid-19. El gobernador del estado anunció un ajuste a 44 dependencias, esto también nos afectó”, abunda.

No obstante, el Congreso local aprobó un aumento de 14 millones de pesos en el presupuesto de la Coesfo para 2022.

Chimalapas, la zona más afectada

Sólo en el mes de abril fueron devoradas por el fuego alrededor de 4 mil hectáreas de bosque en distintos puntos de Los Chimalapas, de acuerdo con el reporte de la Coesfo, lo que convierte a esta zona en la más afectada por los incendios forestales en el estado, a pesar de contar con el mayor número de brigadistas.

De acuerdo con la Conafor, en la región del Istmo se concentran la mitad de las brigadas rurales de manejo del fuego, es decir, 80 combatientes de ocho brigadas.

El resto de los brigadistas se distribuyen en la Mixteca, Sierra Sur, Costa y Valles Centrales. La Cuenca del Papaloapan y la región Cañada no cuentan con brigadas, debido al bajo número de incidentes de este tipo.

“Este año, en Los Chimalapas han ocurrido de ocho a nueve incendios en diferentes parajes, tanto en Santa María como en San Miguel Chimalapa; algunos han durado más de 15 días”, indica Aarón Juárez.

En el último informe de la Conafor, del 1 de enero al 12 de mayo pasado, se detalla que Oaxaca está entre las 10 entidades de la República con mayor superficie afectada por incendios.

Para hacer frente al fuego, la comisión nacional trabaja desde hace seis años en el programa de apoyos Protección Forestal para el Bienestar (PF), en convenio con los municipios que reportan mayor incidencia.

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