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Tuxpan, Nay.— El apoyo de personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), así como de autoridades municipales y estatales en los ocho municipios afectados por el paso del huracán Willa en Nayarit, ha sido permanente desde antes, durante y posterior a las afectaciones, aseguró José Antonio Serrano Guzmán, secretario General de Gobierno.

“Desde antes del huracán se estableció la etapa de prevención o de cuidado y, ayudado con nuestras Fuerzas Armadas, particularmente del    Ejército, tuvimos la posibilidad de desalojar en diferentes municipios a gente que vive en los límites del mar”, dijo durante un recorrido por el municipio de Tuxpan, el más afectado y donde aún se realizan labores de limpieza y entrega de raciones de comida.

Fue el día 24 de octubre, recordó, cuando se desbordaron ríos y arroyos, por lo que el Ejército comenzó a apoyar a la población que quedó atrapada en los techos de sus viviendas, como en Tuxpan, Tecuala, Acaponeta y Rosamorada.

Otros de los municipios afectados fueron Huajicori, El Nayar, Santiago Ixcuintla y Ruiz, en los que se contabilizaron cuatro decesos y cerca de 180 mil damnificados.

Aseguró que se estableció la coordinación entre diferentes instancias, como la militar, la de salud y la de Protección Civil para apoyar a la gente y que se está trabajando para avanzar en la recuperación del estado.

La entrada del huracán Willa ya era esperada en Nayarit desde el 22 de octubre. Las autoridades estatales y municipales se coordinaron con personal de la Secretaría de la Defensa Nacional para aplicar el Plan DN-III-E.

La cobertura se estableció con el estado dividido en dos subsectores, con poco más de 350 elementos adscritos a la 13 Zona Militar, que corresponden tanto al 43, como al 86 Batallón de Infantería, detalló el también comandante de esa jurisdicción.

Para José Octavio Echeverría García, presidente municipal de Tuxpan, el municipio más afectado por el desbordamiento del río San Pedro, la recuperación hasta ahora de 80% de la localidad se ha logrado con el apoyo de los militares.

Han pasado más de 20 días desde las afectaciones que obligaron a los habitantes a refugiarse en alguno de los cuatro albergues que fueron habilitados por la emergencia y los trabajos aún continúan.

El motor de las máquinas que remueven el lodo acumulado, los camiones retirando escombros aún se escuchan, mientras las marcas de hasta dónde llegó el nivel de agua en lo que antes fue una vivienda intentan ser removidas por sus habitantes. Los trabajos de recuperación y reconstrucción aún continúan en el municipio, que por ahora ha comenzado a reactivar su zona económica, pero al que la normalidad tardará en regresar muchos meses más.

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