Tuxtla Gutiérrez.— La crisis económica por la pandemia desplomó las ventas de flores de Nochebuena en mercados y centros de abasto de la capital de Chiapas.

Los comerciantes de la flor roja, sin embargo, se fortalecen con el arraigo de la tradición. Confían que el espíritu navideño aumentará sus ventas, afirma Clara Luz Villalobos Aguilar.

El negocio de la Nochebuena está bajo. La gente compra “poquito por poquito”, como en la celebración a la Virgen de Guadalupe.

Doña Clara Luz sabía de periodos complicados en el comercio floral en el mercado 20 de Noviembre, pero ninguno había sido tan hostil como la pandemia por el Covid.

Su madre Herminia Dolores Aguilar Santiago, una de las fundadoras del mercado, ubicado en el centro de esta ciudad, inició hace 60 años el negocio familiar de flores, productos y motivos navideños.

Las ventas no repuntan, y aunque la economía “está baja”, hay que seguir la tradición. No puede faltar la flor roja que simboliza la ventura y la esperanza.

Doña Clara Luz atiende su negocio apoyada por sus hijos. Es optimista y señala: “Mantengamos la esperanza, primero Dios el año próximo será mejor, no hay que perder la fe, ya que tenemos todavía un grano de frijol.

“No importa que las familias sean muy pobres, pueden llevar su plantita [Nochebuena] y alegrar de rojo el hogar. Las hay de 80, 50 y hasta 30 pesos”, subraya emocionada.

La adversidad de la nueva normalidad no debilita el ánimo ni baja el entusiasmo. Los floristas establecen acuerdos, convienen precios con productores, facilidades de pago y entrega de pedidos.

En la florería Jazmín, propiedad de Anilú Sánchez Domínguez, las ventas de Nochebuena están “medianamente bien”.

En la pequeña empresa familiar, creada hace más de 50 años por doña Esperanza y don Antonio Sánchez, resisten los golpes económicos del Covid-19, con entendimientos y acuerdos.

Anilú, sicóloga de profesión, señaló que cada semana consiguen vender, como máximo, 30 plantas de Nochebuena. Ante la situación, se convino con el proveedor adquirir sólo la demanda diaria, de tres a cuatro plantas; con clientes aplican descuentos, opera el sistema de pago con tarjeta y envío a domicilio.

En la florería Jazmín abundan los arreglos con flores diversas, que se venden con tarjetas personalizadas para la ocasión o la expresión afectiva. Es otro recurso para paliar la crisis.

Sánchez Domínguez está convencida que las flores son testimonios de emociones y sentimientos auténticos.

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