Reynosa.— El coronavirus no afectó la salud de Juan Antonio Ramírez, pero sí su economía. Este joven, de 27 años y padre de tres hijos, tuvo que cerrar su barbería El Negro. Terminó con sus ahorros y comenzó de cero.

“La pandemia de Covid-19 me quitó la oportunidad de dar una mejor calidad de vida a mi familia. Hace tres años logré instalar el negocio y me aclienté, todo iba bien hasta que apareció esto.

“Inicié como ayudante de un barbero, ahí aprendí, luego ofrecía servicio a domicilio y así me fui haciendo de clientes. Para abrir mi negocio invertí en muebles, equipo y la renta del local”, relata Juan Antonio.

Comenta que cada mes debía pagar 3 mil pesos de renta, así como un pequeño sueldo para un joven que lo ayudaba.

“Me iba bien, tenía trabajo y con eso salía para el día. A mi ayudante le pagaba una comisión por cada corte que hacía. La verdad es que con lo que sacaba podía salir con los gastos de mi casa. Soy casado, tengo tres hijos, uno de seis años, otra de tres y una bebé de tres meses”, narra.

Los gastos, asegura, son muchos, y aunque perdió su negocio, sigue teniendo el amor por su profesión y ánimo para trabajar.

“Estoy dando servicio a domicilio. No es mucho lo que gano, pero al menos me deja para los gastos del día. El servicio se sigue dando con todas las medidas de higiene que nos piden, como cubrebocas, guantes y el equipo que manejo esterilizado”, detalla.

Como pequeño comerciante, dice, le agradaron los anuncios de los tres órdenes de gobierno en el sentido de que se les proporcionarían apoyos económicos, por lo que pensó, podría salvar su negocio.

“Nunca llegaron los apoyos. Yo apliqué para el apoyo federal pero no me eligieron. Tengo conocidos que la libraron con los pocos ahorros que tenían, pero en mi caso no contaba con dinero para seguir pagando renta sin trabajar”.

Agonizan negocios

Tres mil 662 mil negocios en Reynosa agonizan. Se trata de 162 restaurantes y 3 mil 500 comercios establecidos que tuvieron que cerrar por la situación ocasionada por el virus, y no hay certeza de que se recuperen.

Advento Sosa, titular de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), destaca que, además del cierre, a los comerciantes los ahogan los pagos de rentas por sus establecimientos.

“Tan sólo en la calle Peatonal Hidalgo, donde se asienta el mayor número de comerciantes establecidos, las rentas van de los 30 mil hasta 50 mil pesos mensuales. En el resto de la zona centro, la renta más barata es de 10 mil pesos”.

Asimismo, Bladimir Cortez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac), tiene claro que sus afiliados tendrán que empezar de cero, luego de haber cerrado sus negocios por más de dos meses.

Los presidentes de Canirac y Canaco coinciden en que los apoyos ofrecidos por los tres órdenes de gobierno fueron, en su momento, una tabla de salvación, pero ahora no son ni un mejoralito para ayudarlos a sortear la pandemia.

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