Integrantes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la República (PGR) detuvieron en San Francisco del Rincón, Guanajauto, a Gilberto de Almonte, El Chacal o El Chino, hermano del líder de la organización criminal conocida como Los Tequileros, que opera en la zona de Tierra Caliente, en Guerrero.

De acuerdo con la PGR, investigaciones de gabinete y campo permitieron ubicar al presunto delincuente que cuenta con una orden de aprehensión del fuero federal por delincuencia organizada, además se le relaciona con el ataque armado en contra de personal de la AIC en la comunidad de La Gavia, San Miguel Totolapan, Guerrero, en junio de 2017, que dejó cuatro agentes muertos.

El Chacal o El Chino es requerido por la Fiscalía General de Guerrero por tener seis órdenes de aprehensión por su posible responsabilidad en los delitos de secuestro y homicidio.

Tras su detención, al hermano de líder de Los Tequileros, Jacobo de Almonte, le fueron aseguradas un arma corta y una sustancia con las características propias de la droga conocida como cristal.

Autoridades señalaron que el capturado será trasladado en las próximas horas a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO), con la finalidad de determinar su situación jurídica.

De acuerdo con el gabinete de seguridad,  Los Tequileros, asentados en  la Tierra Caliente de Guerrero, ampliaron su zona de operación a San Luis Potosí  y Guanajuato, donde intentan controlar  la  distribución de drogas, a través del narcomenudeo,  y participar en secuestros y extorsiones.

En febrero pasado, en San Luis Potosí, la Agencia de Investigación Criminal detuvo a cuatro personas integrantes de la organización criminal de Los Tequileros.

Se trató de Juan Acosta Navarro, La Piraña, presunto suegro de El Tequilero; el menor Lisandro; Keiry Acosta Navarro, La Keiry, presunta pareja sentimental de Jacobo Almonte, y María Navarro Martínez, madre de los hermanos Juan, Lisandro y Keiry Acosta, quien sería la encargada de administrar los pagos a los integrantes del grupo delictivo encabezado por sus hijos.

De acuerdo con autoridades, la familia Acosta Navarro, originaria de San Miguel Totolapan, Guerrero, buscaba trasladar su centro de operación a San Luis Potosí, donde ampliaron las actividades delictivas de narcomenudeo, extorsión y secuestro.

Niegan pacto. El vocero de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, el sacerdote Benito Cuenca Mayo, negó que el obispo Salvador Rangel Mendoza esté pactando con líderes de narcotráfico y precisó que las reuniones sólo han sido en busca de la paz en Guerrero.

Cuenca Mayo explicó: “El obispo no está obligado a comparecer ante una autoridad por las reuniones que ha sostenido”.

Advirtió que tiene que ser el gobierno el que investigue y dé con los líderes delictivos.

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